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Ciudad del Vaticano (Lunes, 22-07-2019, Gaudium Press) Ayer, al meditar el Evangelio del día que narra la acogida que Marta y María hacen en su casa al Señor, el Papa Francisco explicó sobre las relaciones entre la contemplación y la acción. Esto ocurrió durante el rezo del Ángelus, en un cálido domingo romano.
«El Evangelio de hoy nos recuerda que la sabiduría del corazón reside precisamente en saber combinar estos dos elementos: la contemplación y la acción», y «si queremos saborear la vida con alegría», primero «debemos ‘estar a los pies’ de Jesús, para escucharlo mientras nos revela el secreto de todo», y también debemos «estar atentos y dispuestos a la hospitalidad, cuando Él pasa y llama a nuestra puerta», expresó el Pontífice.
Cuando Dios viene a visitarnos «todo debe ser dejado de lado», porque «su presencia y su palabra están por encima de todo lo demás». «El Señor siempre nos sorprende» – asegura – y «cuando realmente lo escuchamos, las nubes se disipan, las dudas dan paso a la verdad, los miedos a la serenidad, y las diferentes situaciones de la vida encuentran su justo lugar». Esto es por tanto, un elogio a la actitud de María.
Es preciso hacer estas pausas, «recogerse en silencio para dar cabida al Señor que ‘pasa’ y encontrar el valor de permanecer un poco ‘al margen’ con Él, para volver después, con más serenidad y eficacia, a las cosas de la vida cotidiana», señaló Francisco.
Marta entretanto, tenía el «carisma de la hospitalidad». Jesús dijo a Marta: «Marta, Marta, estás ansiosa y agitada por muchas cosas, con lo que no pretende el Señor condenar la actitud de servicio, sino la forma con la que se vive, indicó el Papa.
Francisco concluyó su meditación pidiendo a «María Santísima, Madre de la Iglesia, nos conceda la gracia de amar y servir a Dios y a los hermanos con las manos de Marta y el corazón de María, para que permaneciendo siempre en la escucha de Cristo podamos ser artesanos de paz y esperanza».
Con información de Vatican News
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