Ciudad del Vaticano (Viernes, 26-07-2019, Gaudium Press) La Iglesia Católica en Burundi vive un clima de alegría y orgullo: fue abierto recientemente, en la Catedral de Burundi el proceso de Canonización de un grupo de sacerdotes y seminaristas, además de una laica, -los cuarenta mártires de Burundi-, muertos en períodos diferentes, entre los años 70 y 90.
Después de la proclamación de la independencia de Burundi explotó un conflicto entre las dos etnias tutsi y hutu, -un conflicto que todavía perdura.
Quiénes son los 44 mártires de Burundi
Era el día 17 de mayo de 1972 cuando el padre Michel Kayoya de 38 años fue asesinado.
Él era sacerdote, poeta y filósofo, con sus publicaciones sustentaba que las diferencias étnicas más que una amenaza son una riqueza, un don recíproco.
Preso por un grupo de milicianos junto con otros padres y laicos, murió cantando los salmos y el Magníficat.
Otros Mártires
El 30 de septiembre de 1995 se registra el martirio de dos xaverianos italianos, padre Ottorino Maule y padre Aldo Marchiol y de la voluntaria laica también italiana Catina Gubert.
Catina prestaba servicio en la misión de Buyengero. El servicio para los pobres independiente del grupo étnico costó la vida de todos ellos.
40 mártires más
En fin, el día 30 de abril de 1997 fue la fecha de la muerte de cuarenta seminaristas de Buta que prefirieron morir que dividirse según las etnias.
Cuando recibieron la orden de los rebeldes para que se dividiesen en hutu y tutsi ellos respondieron que eran simplemente seminaristas y se sentían hermanos. Por eso todos fueron muertos.
En el lugar de la sepultura de los seminaristas surgió el Santuario de la fraternidad, ya conocido internacionalmente.
Mártires: frutos maduros de santidad
Los obispos de Burundi manifestaron su alegría por haber recibido la aprobación de la Congregación para las Causas de los Santos para el encaminamiento de la indagación diocesana sobre el posible martirio de 44 hermanos y hermanas.
En un comunicado afirmaron que su testimonio es un «mensaje fuerte que sentimos mucha necesidad como cristianos. ¡Por tanto decidimos celebrar la fraternidad cristiana!».
«Queridos hermanos -continúan los obispos- estos son los héroes que nosotros obispos presentamos a ustedes como modelos inspiradores de fraternidad», e invitan a los fieles a «acompañar las varias fases de la indagación con la oración y con la alegría».
La familia Xaveriana que colabora con la Iglesia de Burundi para el proceso de canonización declaró que con esta decisión la Iglesia local alcanzó su madurez, ofreciendo frutos maduros de santidad. (JSG)
(De la Redacción de Gaudium Press, con informaciones de VaticanNews)
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