Jerusalén (Jueves, 01-08-2019, Gaudium Press) El pasado 29 de junio, en la fiesta de Santa Marta, una delegación de Franciscanos de la Custodia de Tierra Santa, acompañada por fieles laicos, peregrinó a la casa de los amigos de Jesús: Marta, María y Lázaro en Al Azariyeh, conocida como Betania.
En el lugar, en la iglesia que recuerda a los amigos de Jesucristo, se celebró una Eucaristía presidida por Fray Michael Sarquah, superior franciscano del convento en Betania, quien durante la homilía subrayó el tema de la amistad del Hijo de Dios:
«Jesús tenía amigos y el Evangelio nos dice que se querían mucho. Y precisamente como amigo, en el Evangelio del día, se le reprocha a Jesús por no haber salvado a Lázaro (…) Pero Jesús, el Señor de la vida, parece querer comunicarnos que hay una parte de nosotros que permanece dormida, en silencio, probablemente la que menos nos gusta. A esa parte habla el Señor cuando responde a los reproches y le pide que se levante, que vuelva a la vida, abrace sus heridas y salga del sepulcro para obtener la libertad».
Celebracion en la casa de Marta, María y Lázaro / Foto: Nadim Asfour – CTS. |
Al concluir la Misa, el grupo de peregrinos caminó hasta la tumba de Lázaro y allí leer el Evangelio de Juan 11, 1-45, que narra la muerte de Lázaro. Tras una corta meditación sobre el pasaje de las Sagradas Escrituras, la peregrinación continuó en el lugar de la Ascensión. Se realizó el canto del Te Deum y luego se prosiguió hasta el templo del PaterNoster.
Betania, hoy en árabe la ciudad de Al Azariyeh, era un pequeño pueblo ubicado a poca distancia de Jerusalén. Se halla en la zona del Monte de los Olivos, por la ruta que lleva a Jericó.
La ciudad, sencilla, y al borde del desierto, guarda un importante tesoro, y es justamente la casa de Marta, María y Lázaro, que ha recibido el nombre de «La casa de la amistad». Hoy el lugar es un hermoso templo que construyó el arquitecto Antonio Barluzzi.
La fiesta de los amigos de Jesús
Aunque la fiesta que se celebró está dedicada a Santa Marta, ella también se extiende a sus hermanos: María y Lázaro, por eso su celebración tiene gran significado para la Custodia de Tierra Santa.
Marta está presente en dos Evangelio; en el de Juan y Lucas, siendo en ambos representada junto con sus hermanos por María y Lázaro, éste último fue el que resucitó Jesús. En los evangelios se muestra que Nuestro Señor era amigo de ellos, y pasaba a su casa con frecuencia para descansar y compartir con ellos.
Son Marta y María quienes reciben a Jesús en su casa, tal como relata Juan en el pasaje de las Sagradas Escrituras (Jn 10, 38-41), y piden a Jesús que resucite a su hermano. María es quien unge los pies de Jesús en Betania, días antes de la Pascua.
Con información de la Custodia de Tierra Santa.
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