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Kampala (Jueves, 01-08-2109, Gaudium Press) Concluyó el 28 de julio pasado el SECAM en Uganda, el Simposio de las Conferencias Episcopales de África y Madagascar, y su mensaje fue de esperanza, entre otros. La reunión es como una voz unificada de la Iglesia en el continente negro, que también es continente de esperanza para la Iglesia, y ese hecho hace que merezca ser escuchada.
El SECAM produjo un documento, firmado por el Cardenal Philippe Ouedraogo, de Ouagadougou, Burkina Fasso, quien fue elegido presidente del mismo en el reciente encuentro.
El compromiso del SECAM con la «reconciliación, la justicia y la paz» incluye la lucha contra «la colonización ideológica, acaparamiento de tierras, la desestabilización política y democrática, el tráfico de personas, el terrorismo y el tráfico de armas».
En el documento final del encuentro, que concluyó el 28 de julio e inició el 21 de julio, los obispos africanos invitan a los jóvenes a «estar más profundamente enraizados en los valores del Evangelio para evitar que se involucren en todas las formas de fundamentalismo y violencia».
El cuidado pastoral de la familia, «para que [esta] pueda dar testimonio profético dentro de la sociedad» es otro de los puntos importantes para los obispos del SECAM, al tiempo que resaltaron la necesidad de «colaboración con nuestros líderes políticos», también para llamarlos «a la rendición de cuentas para poner nuestros recursos humanos y naturales al servicio del desarrollo, la reconciliación, la justicia y la paz».
Bastante atención hay que prestar a «los migrantes, los refugiados y todos los que siguen siendo víctimas de la esclavitud y la trata de personas», afirma también el mensaje.
Con información de CNA
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