San Francisco (Viernes, 02-08-2019, Gaudium Press) El Arzobispo de San Francisco, Estados Unidos, Mons. Salvatore J. Cordileone, pidió a los fieles unirse a una novena de oración para frenar un proyecto de ley calificado como «peligrosos y sin precedentes» que obligaría a los centros de salud universitarios a proveer fármacos abortivos.
Diseño con la exposición de los argumentos de la Iglesia Católica para oponerse al proyecto de ley. Foto: Arquidiócesis de San Francisco. |
«El Arzobispo Cordileone insta a los católicos a rezar, así como a escribir y llamar a sus legisladores para que se opongan a la legislación que exigiría que se administrara el aborto con medicamentos en los centros de salud de la Universidad Estatal de California y de la Universidad de California», anunció la Arquidiócesis en un comunicado. La novena se programó para los días 03 al 11 de agosto. «Los Obispos de todo el estado celebrarán la misa el domingo 11 de agosto, al final de la novena, pidiendo la intercesión de Nuestra Señora de Guadalupe para detener la SB 24».
La iniciativa de los Obispos tiene lugar durante el receso del poder legislativo, que reanudará sus debates el lunes 12 de agosto. Los creyentes se unirán para pedir «la poderosa intercesión de Nuestra Señora de Guadalupe, Patrona de los niños por nacer, para vencer la Ley del Senado», describió la Arquidiócesis. La iniciativa de oración es encabezada por el Obispo de Sacramento, Mons. Jaime Soto. La oración de la novena fue publicada en inglés, español y vietnamita.
«Virgen de Guadalupe, Madre del Niño Jesús y Patrona de todos los niños no nacidos, imploramos tu intercesión para vencer el proyecto de ley del Senado número 24 y por la protección de toda vida humana», implora la oración. «Guía a nuestros representantes para que vean la tragedia e injusticia del aborto y defiendan toda y cada una de las vidas humanas a través de leyes justas. Inspíranos a llevar nuestra fe a la vida pública y a hablar por los que no tienen voz. Te lo pedimos en nombre de tu Hijo, Jesucristo, quien es el Amor y la Misericordia mismas. Amén.»
Con información de Arquidiócesis de San Francisco.
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