Santiago de Cuba – Cuba (Lunes, 05-08-2019, Gaudium Press) Para que pudiese ser iniciada el jueves, 01 de agosto, en Cuba, la II Jornada Nacional de la Juventud (JNJ), fue necesario que fuesen enfrentados y vencidos varios obstáculos impuestos por el régimen que gobierna la isla.
Dirigentes del Encuentro llegaron a afirmar en un comunicado del 28 de julio: «Después de la muerte del cardenal Ortega, se intensificó el acoso contra la Iglesia y se espera más persecución en los próximos meses».
Uno de los mayores problemas fue el cambio de formato del evento, que debería ser realizado de modo centralizado en la ciudad de Santiago de Cuba, pero que, por restricciones económicas, acabó siendo fragmentado en eventos locales en las diócesis del país.
Otro desafío: el gobierno comunista de Cuba determinó que todas las actividades ocurriesen dentro de las iglesias y no en locales públicos.
Después de la prohibición de actividades públicas de la Jornada Nacional de la Juventud, el Padre Jorge Luis Pérez Soto, asesor de la Pastoral Juvenil de la Arquidiócesis de Habana, se reunió con la comisión de organización de la jornada para reorganizar el planeamiento casi a última hora.
Evidentemente esa disposición gubernamental restringió más el alcance del Encuentro reduciendo las posibilidades de confraternización entre los participantes y, sobre todo, impidiendo que fuesen realizadas públicamente prácticas de piedad como, por ejemplo, el Vía Crucis que deberían ser rezadas en vías y lugares públicos en ciudades como Santa Clara y Matanzas.
«Uno de los principales incentivos que teníamos para la jornada era hacer el Vía Crucis y la vigilia en las calles de Habana. Íbamos a recorrer con la Cruz el barrio de Jesús María, una de las áreas más pobres de la ciudad», comentó un joven dirigente de la Pastoral de Jóvenes para ACI Digital.
A pesar de los boicots del régimen comunista cubano, dirigentes de la Iglesia católica en la isla de Cuba decidieron mantener el encuentro.
Durante la Misa de exequias del cardenal Jaime Ortega, realizada el pasado 26 de julio y de la cual participaban autoridades del régimen cubano, el arzobispo Mons. Juan García Rodríguez, de la Habana, afirmó claramente en su homilía que «los jóvenes sí van a venir, a la Jornada Nacional de la Juventud porque era uno de los deseos del cardenal». (JSG)
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