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Santiago de Chile (Jueves, 22-08-2019, Gaudium Press) El pasado 20 de agosto los Franciscanos en Chile conmemoraron 466 años de presencia en el país. Una historia que nació en el año 1553 con los primeros cinco religiosos -herederos del carisma de San Francisco de Asís- que llegaron al territorio chileno, y que hoy se extiende en 19 fraternidades que acompañan diversas realidades en varios puntos de la nación.
Fray Isauro Covili, quien es el actual Ministro provincial de la Orden, habló sobre el significado de la conmemoración:
«Esta historia nos permite mirar hacia delante y proyectarnos con optimismo y esperanza. Es un momento para pensar en el redimensionamiento y en cómo resignificamos hoy nuestra vida en los lugares donde tenemos presencia y en los nuevos lugares en que estamos invitamos a asumir. Es una invitación a pensar en la fragilidad y en las grandezas que tenemos y que nos permiten seguir soñando por un mejor futuro».
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| La historia franciscana en el país austral comenzó el 20 de agosto de 1553 con la llegada de los primeros cinco frailes, que se instalaron en la ermita de Santa Lucía. |
Aquel 20 de agosto de 1553
La presencia franciscana en Chile comenzó el 20 de agosto de 1553 con cinco religiosos de la Orden de los Frailes Menores: Martín de Robleda, Juan de Torralba, Cristóbal de Rabaneda, Juan de la Torre y Francisco de Frejenal, todos de origen español, quienes llegaron al país austral procedentes de Perú por solicitud de Pedro de Valdivia, militar que lideró la conquista de Chile.
A pocos días de llegar a tierras chilenas, los hermanos franciscanos, gracias a la intervención del superior -quien por entonces era fray Martín de Robleda-, consiguieron del Cabildo de Santiago la donación de la ermita de Santa Lucía, así como siete solares para construir el primer convento que se fundó el 3 de octubre de 1553.
Un año después, el 7 de octubre de 1554 los hermanos franciscanos llegan a Santiago y se instalan en la ermita de Nuestra Señora del Socorro, que posteriormente sería lo que es hoy el convento de San Francisco de Alameda. Desde allí comienza un itinerario de presencia franciscana que llegó a otras ciudades como Angol, Castro, Imperial, La Serena, Valdivia y Villarrica.
También en Santiago tiene lugar una de las fundaciones más importantes de los hermanos menores, que es la creación del convento – Colegio de San Diego.
Provincia de la Santísima Trinidad
El año 1565 es importante para la historia de los Franciscanos en Chile, ya que en la fecha, por aprobación del Papa Pío V, se funda la Provincia de la Santísima Trinidad, desligándose de la provincia de Perú. Esto fue el resultado del Capítulo General de la Orden que se celebró en Valladolid, España, aquel año.
Actualmente esta provincia franciscana está presente en el país con 19 fraternidades en diferentes puntos. En cada una los franciscanos acompañan a diferentes realidades, entre ellas parroquias, iniciativas pastorales escolares, con jóvenes, a personas vulnerables, desde comedores solidarios, entre otros.
Su labor también se centra en la academia como docentes universitarios y brindando apoyo al a cultura desde la conservación y cuidado de los museos y archivos históricos de los mismos Franciscanos.
Con información de Conferencia Episcopal Chilena y Franciscano Chile.
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