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Obispo de San Bernardo clama por lluvias y convoca a la oración para que cese la sequía en Chile

San Bernardo (Miércoles, 28-08-2019, Gaudium Press) Mons. Juan Ignacio González, Obispo de San Bernardo, ha dirigido una carta circular a fieles, comunidades, religiosos, religiosas y clero de su diócesis para convocarlos a la oración y pedir a Dios cese la sequía que afecta a Chile y ha generado una grave emergencia agrícola en el país latinoamericano.

«En muchas ocasiones nos enseñó el Señor que es necesario pedir a Dios con humildad, perseverancia y audacia, aquello que necesitamos, tanto para nuestra vida espiritual o para nuestra conveniencia material. La oración es la actitud propia del cristiano ante Dios y muchas veces no oramos ni levantábamos a Dios nuestras plegarias, expresando de alguna manera nuestra propia suficiencia. El cura de Ars enseñaba que ‘todos los males que nos agobian en la tierra vienen precisamente de que no oramos o lo hacemos mal'», dice el prelado al iniciar la misiva.

Refiriéndose a las dificultades que se enfrenta en la agricultura y en la salud de las personas por la falta de lluvias, el Obispo de San Bernardo destaca dos elementos que, de acuerdo con él, son propios de una sociedad que se fundamenta en los valores cristianos:

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Foto: Fiore Bagatello por Cathopic.

«Primero, la necesidad de orar a Dios para que nos envíe las lluvias que sean necesarias para nuestro desarrollo y progreso. Segundo, la necesidad de ser muy responsables con el uso del agua, tanto a nivel personal, como comunitario, sabiendo que se trata de un bien cada vez más escaso, respecto del cual es necesario un uso racional y prudente, que no olvida el derecho de los demás a su uso».

En este sentido, Mons. González invita a toda la comunidad diocesana para que en la oración personal y comunitaria incluya la intención especial del don de la lluvia, y llama a orar con insistencia acudiendo a la intercesión de la Virgen y de los santos:

«Quisiera que todos en la oración personal y comunitaria pidiéramos con insistencia al Señor que las aguas del cielo caigan sobre la seca tierra, poniendo como intercesora de estas peticiones a nuestra Señora de Carmen, Reina y Patrona de Chile, a San Isidro Labrador, a quien muchas de nuestras comunidades rurales acuden pidiendo la lluvia en tiempos de sequía y al Profeta Samuel, que clamó al Señor y fue escuchado: ‘Yo clamaré al Señor, para que mande truenos y lluvia (…) Clamó Samuel al Señor y el Señor envió aquel día truenos y lluvia; y todo el pueblo temió grandemente al Señor y a Samuel’. (1 Samuel, 12, 17-18)».

El prelado también convoca para que en las celebraciones litúrgicas que tengan lugar en la diócesis hasta el mes de noviembre se incluya dentro de las peticiones de la Oración Universal una particular pidiendo a Dios las lluvias y el fin de la sequía.

Asimismo, solicita que al menos una vez por semana, durante las Eucaristías que se celebran por diversas necesidades, se incluya la Oración Colecta para pedir por las lluvias que está establecida en el Misal Romano.

Oración del Papa Pablo VI para pedir la lluvia

Dios Padre Nuestro, Señor del cielo y de la tierra.
Tú eres para nosotros; existencia, energía y vida.
Tú has creado al ser humano a tu imagen y semejanza,
para que con su trabajo, haga fructificar las riquezas de la tierra, colaborando así a tu creación.
Somos conscientes de nuestra miseria y debilidad.
Nada podemos sin Ti.
Tú, Padre Bueno, que haces brillar el Sol sobre todos y haces caer la lluvia,
ten compasión de cuantos sufren durante la sequía en estos días.
Escucha con bondad las oraciones que tu Iglesia te dirige con confianza,
como escuchaste las súplicas del Profeta Elías, que intercedía a favor de su pueblo.
Haz que caiga del cielo sobre la tierra árida, la lluvia tan deseada, para que renazcan los frutos y se salven los seres humanos y los animales.
Que la lluvia sea para nosotros el signo de tu gracia y bendición.
Así, confortados por tu misericordia, te rendimos gracias por todo don de la tierra y del cielo, con que tu Espíritu satisfaga nuestra sed.
Por Jesucristo, Tu Hijo, que nos ha revelado tu amor,
Fuente de Agua Viva que brota hasta la vida eterna. Amén.

Con información de Obispado de San Bernardo.

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