Lourdes (Jueves, 29-08-2019, Gaudium Press) Culmina este 29 de agosto una nueva edición de la peregrinación de la Diócesis de Roma a Lourdes. La romería anual, que comenzó el lunes 26, fue presidida por el Vicario del Papa para Roma, el Cardenal Angelo de Donatis. El purpurado, junto con el clero diocesano y los fieles de la Ciudad Eterna, han confiado el nuevo año pastoral a Nuestra Señora.
Le peregrinación, organizada por la sección romana de la Unión Nacional Italiana de Transporte de Enfermos a Lourdes y Santuarios Internacionales (Unitalsi), con la colaboración de la Obra Romana de las Peregrinaciones (ORP), ha contado con varios momentos, entre ellos la Eucaristía en la Gruta de las apariciones que presidió el Cardenal en la mañana del martes 27 de agosto.
«Estar de nuevo en esta gruta nos llena de paz. Para muchos de nosotros es una cita anual, es como un regreso a casa. Para otros es la primera vez (…) Para todos es un lugar familiar, una tierra santa, donde hay una Madre que, como cada madre, no nos deja a la puerta, no rechaza la bienvenida, incluso si nos hemos equivocado y nos hemos olvidado de Ella y de Dios», señaló el Cardenal De Donatis al iniciar la homilía.
Momento de la Eucaristía en la Gruta de Lourdes / Foto: Diócesis de Roma. |
En otro momento, el Vicario del Papa para la Diócesis de Roma, señaló que hoy «el señor quiere darle novedad a la vida personal, familiar y comunitario», y que por esta razón «estamos aquí, como diócesis de Roma, para pedir también la novedad para nuestra Iglesia».
«Bernardita nos invita a abrirnos a lo nuevo, en este tiempo favorable, en este día de su salvación, en esta hora de la Misericordia. La gruta no es un destino, sino una simple y espléndida etapa. Bernardita, en esta lugar, ha llevado a sus labios el agua fangosa y sucia, como si hubiera aceptado comunicarse con la miseria del mundo», añadió el purpurado.
Luego, prosiguió: «En esta roca abierta, en esta fuerte, llevamos también la miseria nuestra y del mundo, y nos dejamos purificar por Dios y por otros, seguros de la fuerza del Espíritu que da vida».
Culminando la homilía y recordando a Santa Mónica -a quien se dedicaba la memoria litúrgica del día-, el Cardenal dirigió una oración: «Señor, hoy la Iglesia de Roma aquí representada, quiere estar frente a María como una Madre que llora, como Mónica. Ayuda a nuestros hijos a ser pobres, sentirse necesitados de ti. Haz que nuestras comunidades escuchen el grito de tantos que atienden con amor y justicia. Haz que podamos habitar con el corazón, allí donde vive cada hombre que te espera».
El Santuario francés también acogió en la tarde del martes 27 el Vía Crucis con los peregrinos romanos, presidido igualmente por el Cardenal De Donatis. En cada una de las estaciones de la vía de la Cruz oraron por los ciudadanos de la Ciudad Eterna y sus diversas necesidades.
Mientras tanto, el miércoles 28 tuvo lugar la Misa Internacional en la Basílica de San Pío X, presidida, igualmente, por el Vicario del Papa, quien llamó a los peregrinos y presentes en la Eucaristía a vivir tres verbos: descender, contemplar y regocijarse, señalando que «esto hizo Jesús con la encarnación. Esto hizo María en Lourdes. Es a lo que estamos llamados, pensando en la sed de misericordia que tiene el mundo».
Este día también ocurrió una catequesis en la Basílica del Rosario, que finalizó con el rezo de la oración mariana en la Gruta, y posteriormente la tradicional procesión de antorchas que ocurrió a las 21:00 horas.
Con información de la Diócesis de Roma.
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