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Arenzano (Lunes, 02-09-2019, Gaudium Press) Familias enteras y muchos niños celebraron este 31 de agosto y 1 de septiembre la Fiesta del Niño Jesús de Praga en el Santuario y Basílica de Arenzano, Italia. La ciudad costera vivió una año más uno de los eventos religiosos más destacados a nivel local, guiado por los Carmelitas Descalzos, custodios del Santuario.
Las conmemoraciones al Divino Infante comenzaron desde el jueves 22 de agosto con la novena preparatoria que se extendió hasta el viernes 30. Cada día hubo en el Santuario Bendición Eucarística, Misa con reflexión, la apertura del templo y el rezo de las Completas.
El 31 de agosto, en la vigilia de la solemnidad del Niño Jesús de Praga, el Santuario permaneció abierto durante el día, recibiendo a los fieles para el rezo de las Laudes, celebraciones Eucarísticas, y la bajada de la imagen del «Bambinello», que permaneció expuesta para la veneración de los fieles y el tradicional «Bacio» – Beso – Al Niño Jesús.
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| Desde Arenzano, Italia, se extendió al mundo la devoción al Niño Jesús de Praga / Foto: Santuario di Gesù Bambino di Praga – Arenzano. |
La tarde estuvo marcada por la bendición de los niños en la Plaza de la Basílica, impartida por Mons. Miroslav Gucwa, Obispo de Bouar, quien presidió por primera vez los homenajes al Divino Niño. A las 16:45 se celebró la misa de Vigilia y a las 18:00, la venerada imagen del Niño Jesús fue llevada en procesión por las vías de Arenzano y luego al mar, para la romería marítima. Al término de la procesión la estatua fue llevada nuevamente al Santuario, para allí, desde las 22:30 hasta las 4:00 horas del domingo 1 de septiembre, presidir una vigilia de oración.
Ya este día, en la solemnidad del Niño Jesús de Praga, hubo Eucaristía a las 4:00, y sucesivas misas en el día, siendo la principal la que presidió Mons. Gucwa a las 11:00. A las 17:00 niños y familias rezaron la Coronilla al Divino Infante y participaron en la bendición del aceite y unción de los enfermos. A las 18:30, con el rezo de las Víesperas, la estatua del Pequeño Rey regresó al trono de su Basílica.
Durante la homilía de la Misa central el prelado expresó: «Queridos amigos del Niño Jesús. Es la primera vez que participo en esta fiesta con tantos niños y padres. Desde ayer estoy aprendiendo cómo orar al Niño Jesús (…) Es una experiencia espiritual muy fuerte, profunda, que estoy viviendo con ustedes. Le contaré a la Diócesis de Bouar cuando esté de regreso».
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| Foto: Captura de Pantalla. VIDEO |
Refiriéndose al Evangelio que narra la pérdida del Niño Jesús en el templo, el prelado recordó que «todos los padres de familia están llamados a hacer crecer a sus hijos en sabiduría, edad y gracia», tal como ocurrió con el Niño Jesús en la Familia de Nazaret; y que, por lo tanto, «los adultos tienen el deber de hacer crecer a los niños. Es así en todo el mundo», afirmó, para luego señalar que en Arenzano no es así, puesto que, «en este santuario es un Niño que hace crecer a todos los niños, pero también a los adultos. Es el Niño Jesús que ayuda a los grandes a ser buenos padres, y a los niños ser buenos hijos e hijas».
Luego, añadió: «Es este Niño quien te ayuda a resolver los diversos problemas de salud, de soledad y de crecer. El hacer crecer en todos el amor de Dios y su misma vida, que hemos recibido en el bautismo, y que crece en nosotros cuando recibimos su Cuerpo y escuchamos su Palabra».
El Santuario del Niño Jesús en Arenzano
La devoción al Niño Jesús de Praga en Arenzano tiene sus orígenes desde principio del 1600 cuando los Carmelitas Descalzos evaluaron la posibilidad de fundar un convento en la ciudad, como base para entre el Convento Genovés y el Desierto de Varezze; algo que sólo se logró hasta el año 1889 con el Padre Leopoldo Beccaro quien dio el nombre de Santa Teresa de Jesús a la nueva casa.
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| Foto: Instagram – Santuario di Gesù Bambino di Praga – Arenzano. |
Un año después, como prior de la comunidad en Arenzano, el Padre Leopoldo coloca un pequeño cuadro del Niño Jesús sobre la imagen de la Virgen del Carmen que se encontraba en la iglesia del Convento; y desde ese momento las cosas en el lugar comienzan a mejorar. Poco después el cuadro es cambiado por una preciosa imagen del Niño Jesús donada por la Marquesa Delfina Gavotti de Savona.
De aquí prosiguen varios acontecimientos de importancia: se inicia la construcción de una iglesia más amplia, que se inaugura cuatro años después; nace la Cofradía del Santo Niño Jesús de Praga, que es aprobada por el Papa Pio X en 1903 y se comienza una amplia difusión de la devoción al Divino Infante de Praga, que llevó a que la venerada imagen fuese solemnemente coronada el 7 de septiembre de 1924, con una corona bendecida por el Pio XI.
Con información de gesubambino.org.
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