Nashville (Martes, 03-09-2019, Gaudium Press) Con el diablo no se juega… pero mucha gente juega con el diablo.
«Todas las prácticas de magia o de hechicería mediante las que se pretende domesticar potencias ocultas para ponerlas a su servicio y obtener un poder sobrenatural sobre el prójimo -aunque sea para procurar la salud-, son gravemente contrarias a la virtud de la religión. Estas prácticas son más condenables aún cuando van acompañadas de una intención de dañar a otro, recurran o no a la intervención de los demonios», dice el Catecismo de la Iglesia Católica (n. 2117). Es interesante que en su concisión, el Catecismo llega al punto fundamental: las prácticas mágicas buscan darle al hombre de manera ilegítima un poder que Dios no le ha concedido. Y si está por encima del hombre, y no viene de Dios… pues viene del maligno.
San Benito exorciza a un poseso empedernido Abadía de San Mauricio, Ebermunster, Francia |
Libros de Harry Potter, retirados de biblioteca de escuela católica
Esta es la razón fundamental para que los libros de la saga «Harry Potter» hayan sido retirados de la escuela católica Saint Edward, en Nashville, EE.UU.
La escuela, que educa a niños de hasta ocho años, ha enviado un email a los padres de familia, del siguiente tenor: Afirma que tras conversaciones con diversos exorcistas, estos le aconsejaron retirar los libros de la biblioteca. Tales libros incluyen «maldiciones y encantos reales» que leídos pueden invocar a espíritus malignos.
«Estos libros presenta la magia sea como ‘buena’, para el bien, como diabólica, para el mal, de una forma no verdadera, pero en realidad se trata de un engaño inteligente», expresó el P. Dan Reehil, encargado de la asistencia espiritual a la escuela.
Si los padres consideran la historia «apropiada, esperamos que guíen a sus hijos e hijas a comprender el contenido por medio del lente de la fe», ha afirmado Rebecca Hammel, superintendente de las escuelas de la diócesis católica de Nasville, en declaraciones entregadas al Tennessean, periódico local.
No, no es una censura, expresa igualmente Hammel. «Sólo nos aseguramos que aquello que colocamos en nuestras bibliotecas escolares sea material adaptado a la edad de nuestras clases».
Ya de esos libros había hablado el Papa emérito, Benedicto XVI, cuando en el 2003 y siendo Cardenal, enviara una carta a Gabriele Kuby, expresándole que «es bueno que usted ilumine a la gente sobre Harry Potter porque esas son seducciones sutiles que actuan desapercibidamente y por eso profundamente distorcionan la cristiandad en el alma antes de que pueda crecer apropiadamente». Gabriele Kuby había escrito un libro titulado ‘Harrt Potter – bueno o malo’ en el que advertía sobre los peligros de la novela.
Mejor encomendarse a Dios, poniendo todo el destino en sus manos, y aceptando todo lo que de él venga siempre confiantes en su protección. Entre otras cosas porque el diablo nunca da lo que promete, y después cobra lo no dado. (SCM)
Con información de La Repubblica
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