Redacción (Jueves, 05-09-2019, Gaudium Press) ‘¿Cómo celebraremos el nacimiento de María?’ fue la pregunta hecha por San Pedro Damián en su «Segundo Sermón sobre la Natividad de Nuestra Señora», y que todavía surge hoy cuando se trata de conmemorar esa solemnidad.
El acontecimiento es demasiado grande. Y así el santo justificó su perplejidad:
«A las tinieblas del paganismo y a la falta de fe de los judíos, representadas por el templo de Salomón, sucede el día luminoso en el templo de María.
Es justo, por tanto, cantar este día y Aquella que en él nació.
¿Pero cómo podríamos celebrarla dignamente?
Podemos narrar las hazañas heroicas de un mártir o las virtudes de un santo, porque son humanas.
¿Pero cómo podrá la palabra mortal, pasajera y transitoria exaltar a Aquella que dio a luz la Palabra que queda?
¿Cómo decir que el Creador nace de la criatura?»
Una fiesta de Alegría
Está enteramente de acuerdo con el espíritu de la Iglesia festejar con alegría la Fiesta de la Natividad de la Bienaventurada Virgen María.
Su conmemoracion es hecha el día 8 de Septiembre.
«La celebración de hoy es para nosotros el comienzo de todas las fiestas», afirma el Calendario Litúrgico Bizantino.
El nacimiento de María Santísima trae al mundo el anuncio jubiloso de una buena nueva: la Madre del Salvador ya está entre nosotros.
Él es el amanecer premonitorio de nuestra salvación, el inicio histórico de la obra de la Redención…
(JSG)
Deje su Comentario