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Ciudad del Vaticano (Viernes 13-09-2019, Gaudium Press) Este jueves 12 de septiembre, el Papa Francisco recibió en audiencia en la Sala Clementina, a cerca de 200 religiosos agustinos que concluían el Capítulo General de la Orden de los Agustinos Descalzos, por ocasión del Año del Carisma.
Durante tres días, los religiosos participaron de actividades, como visitas a ex-conventos en la capital romana y momentos de reflexión sobre la Orden.
Mientras tanto, este viernes 13 los hermanos de la Orden de San Agustín fueron recibidos por el Pontífice.
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Hablando a los participantes del Capítulo General, Francisco les recordó la larga tradición iniciada por San Agustín, llamándolo un «gigante del pensamiento cristiano».
Para el Papa, esta larga tradición debe ser amada y profundizada.
Francisco explicó que «para ser moderno, alguien puede creer que es necesario separarse de las raíces. Y esa es la ruina, porque las raíces son la garantía del futuro. No es un museo, es la verdadera tradición. ¡Nunca se debe separar de las raíces para ser moderno! Aquello es un suicidio».
El gigante del pensamiento cristiano
En el discurso, Francisco comenzó recordando a San Agustín (354-430), filósofo, escritor, obispo y teólogo cristiano africano, a través del carisma de la búsqueda de la santidad a partir de la vida comunitaria. «San Agustín es una de aquellas figuras que hacen sentir el encanto de Dios», dijo el Papa, que añadió:
«Él es un gigante del pensamiento cristiano, pero el Señor le donó también la vocación y la misión de la fraternidad. No se cerró en el horizonte aunque vasto de su mente, sino permaneció abierto al pueblo de Dios y a los hermanos que compartían con él la vida comunitaria.»
Para ser moderno, valore las raíces
Con la larga tradición religiosa iniciada por San Agustín, el Papa enfatizó las propias raíces de los Agustinos Descalzos, que deben ser siempre «amadas y profundizadas», acompañadas de humildad y caridad, a través de la «oración y del discernimiento comunitario, salvia vital» de la presencia de la Orden hoy en la Iglesia y en el mundo.
«Para ser moderno, alguien puede creer que es necesario separarse de las raíces. Y esa es la ruina, porque las raíces, la tradición, son la garantía del futuro. No es un museo, es la verdadera tradición, y las raíces son la tradición que te llevan a la salvia para hacer crecer el árbol, florecer, fructificar. ¡Nunca separarse de las raíces para ser moderno! Aquello es un suicidio.»
Carisma de los Agustinos Descalzos
El Papa habló del carisma de la Orden de los Agustinos Descalzos.
«Descalzos», expresa la exigencia de pobreza y de confianza en la Providencia Divina y enalteció la importancia del carisma de tener «el alma descalza».
El voto de la Humildad: llave para abrir los corazones
La elección del cuarto voto que caracteriza a los religiosos, el de la humildad, para dar énfasis a los trabajos del año 2019 fue elogiada por el Pontífice.
Para Francisco la humildad «es una llave que abre el corazón de Dios y los corazones de los hombres» y «abre los propios corazones de ustedes a ser fieles al carisma de origen, a sentirse siempre discípulos-misioneros, disponibles a las llamadas de Dios».
El Santo Padre recordó que la humildad «no se puede tomar en la mano, es o no es, es un don».
Importancia del año del Carisma
Para concluir sus reflexiones, el Papa Francisco trató la importancia del Año del Carisma de los Agustinos Descalzos:
«No es algo autorreferencial. No, no debe ser eso, autorreferencial de una comunidad viva que quiere caminar con Cristo vivo. Eso es aquello que Ustedes quieren: no es auto-referencialidad, sino el deseo de caminar en Cristo, Cristo vivo.» (JSG)
(De la Redacción Gaudium Press, con informaciones VaticanNews)
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