Arquidiócesis de Detroit invita a los educadores a convertir los salones de clases en entrenamiento de santidad

Detroit (Miércoles, 02-10-2019, Gaudium Press) Los casi dos mil maestros y directivos de las escuelas católicas de Detroit, Estados unidos, se reunieron el pasado 27 de septiembre para celebrar el Día Catequético del Arzobispo para los Maestros, un evento anual que promueve el testimonio cristiano de los educadores. Los docentes reflexionaron sobre la grave responsabilidad y la elevada misión que representa su oficio. «Cuando la Palabra se hizo carne, se manifestó como maestro, diciendo la verdad. Están llamados a esa misma vocación, para enseñar la verdad a estos niños», comentó el P. Charles Fox, Director de Liturgia en el Seminario Mayor del Sagrado Corazón durante el evento.

El Día Catequético del Arzobispo para los Maestros es una oportunidad para fortalecer el testimonio de las escuelas católcias. Foto: Detroit Catholic.

«Estamos enfrentando tiempos difíciles cuando parece que Jesús está durmiendo en el bote, y la tormenta simplemente no se detiene. Pero la solución es recordar que Jesús está con nosotros», indicó el sacerdote a los maestros. «Dios está en nuestras escuelas, en nuestras iglesias, en nuestros tabernáculos». El sacerdote animó a los educadores a tener una experiencia personal del amor de Dios, para de esta manera poder transmitirlo a sus alumnos.

Mons. Gerard Battersby, Obispo auxiliar de Detroit y Presidente del Consejo de «Desatar el Evangelio» de la Arquidiócesis, afirmó que el nuevo plan pastoral, expresado como un movimiento, no plantea simplemente un contenido o un plan de estudios, sino una profundización y una reafirmación de la identidad de las escuelas católicas. «Nuestro testimonio debe comenzar con nosotros despertando por la mañana, diciendo: ‘Creo que ha resucitado, y creo en la misericordia del Señor, soy su heraldo», comentó.

Por su parte, el Arzobispo de Detroit, Mons. Allen Vigneron, describió al labor educativa como un acto de caridad. «En mi opinión, ustedes están al servicio de los pobres, sirviendo a una pobreza que es en muchos aspectos más significativa que una pobreza material: una pobreza de sabiduría», comentó el prelado. «Los estudiantes están en la pobreza porque carecen de la sabiduría de saber qué es importante y qué es trivial».

Para el Arzobispo, la enseñanza de la fe debe ser una prioridad a través de todas las asignaturas y actividades. «No significa que estemos enseñando catecismo todo el tiempo, sino que significa que aquellos que enseñan matemáticas, historia, economía, ciencias, tienen un significado para esa educación», expuso Mons. Vigneron. «Ayuda tener sentido como parte de una sabiduría más amplia, ser las hijas de Dios y los hijos de Dios. Y cuando conozcas esa verdad, sabrás lo que significa servir».

El P. John Belmonte, Superintendente de Escuelas de la Diócesis de Joliet, Illinois, visitó a la Arquidiócesis para compartir sus experiencias y motivar a los educadores a ir más allá de la dimensión académica y profesional. «La misión de la Iglesia, decirle al mundo en cada generación quién es el Salvador del mundo, no ha cambiado. Como educadores escolares católicos, podemos hacer eso todos los días», comentó. «Tenemos una visión diferente, y deberíamos estar orgullosos de ella. Enfrentamos una mentalidad posmoderna, y se siente más importante que nunca enfatizar la verdad del Evangelio a nuestros estudiantes».

Con información de Detroit Catholic.