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Washington (Miércoles, 02-10-2019, Gaudium Press) La plataforma católica New Liturgical Movement, dedicada a la promoción de la belleza y la dignidad de la liturgia de la Iglesia, dedicó un artículo a explorar varias posibilidades para implementar las indicaciones del Papa Francisco en su reciente motu proprio Aperuit Illis. En este documento, el Pontífice instaura la fiesta del Domingo de la Palabra de Dios y solicita a las Iglesias locales encontrar formas de destacar el papel de la Palabra en la liturgia de ese día.
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| La Palabra de Dios debe tener un lugar preponderante en la vida de los creyentes. |
Sobre las indicaciones del Papa, el redactor Gregory Dipippo identificó que no existen requerimientos específicos sobre la forma en que se celebrará dicha fiesta y que el lenguaje empleado en el motu proprio a este respecto es el de una sugerencia, abierta a las posibilidades de cada localidad. Por este motivo, y porque el Pontífice considera que dicha fiesta debe proyectarse para destacar la importancia de las Sagradas Escrituras a lo largo de todo el año, la plataforma recordó varias maneras como la tradición litúrgica ha exaltado la Palabra de Dios y que podrían ser oportunamente retomadas para lograr los fines queridos por el Pontífice.
Una de las primeras recomendaciones propuestas en New Liturgical Movement es que las lecturas no fueran leídas sino cantadas. «El culto cristiano siempre ha reconocido que la música y el silencio son las formas más solemnes y apropiadas de adorar a Dios, razón por la cual las lecturas de las Escrituras se cantan en todas las tradiciones litúrgicas históricas», recordó el redactor. Esta recomendación es especialmente útil para las Misas cantadas, cuando las lecturas podrían parecer menos solemnes que el resto de la liturgia por no emplear el canto. La lectura cantada permite emplear tonos distintos para destacar la jerarquía de las lecturas, donde el Evangelio tiene el lugar de mayor honor. La jerarquía de las diferentes lecturas también puede expresarse, como se ha hecho tradicionalmente, con el uso de púlpitos distintos para las lecturas y el Evangelio.
Otra de las formas, además del canto, es el de promover que las lecturas sea reservadas a los lectores ordenados, de forma que se destaque este importante ministerio al servicio del ministerio sacerdotal, el cual no debería ser simplemente una formalidad en los pasos en la formación de los seminaristas. Una opción adicional, listada entre otras opciones, para destacar la importancia del papel de la Palabra en la liturgia es que el lector pueda revestirse de forma apropiada para el servicio a la Liturgia. «Es completamente apropiado que un lector instituido use la túnica, la vestimenta litúrgica propia del subdiácono, cuando sirve en la Misa, así como el sacerdote usa una casulla y el diácono una dalmática», recordó Dipippo.
Con información de New Liturgical Movement.
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