Ciudad del Vaticano (Jueves, 03-10-2019, Gaudium Press) El Secretario de Estado de Estados Unidos, Michael Pompeo, participó en el simposio «Caminos para lograr la dignidad humana: asociarse con organizaciones religiosas», un evento organizado por la Secretaría de Estado de la Santa Sede y la Embajada de los Estados Unidos ante la Santa Sede. En el simposio, celebrado el día 02 de octubre, el funcionario denunció las severas limitaciones a la religión en China inspiradas por una intención de controlar a los ciudadanos.
Simposio «Caminos para lograr la dignidad humana: asociarse con organizaciones religiosas». Foto: US Embassy at Holy See. |
«Cuando el estado gobierna absolutamente, Dios se convierte en una amenaza absoluta para la autoridad», indicó Pompeo en su intervención. «La dignidad humana es pisoteada … las normas morales son aplastadas por completo». El funcionario aseguró que esta visión es la causa de políticas de represión como las penas de prisión impuestas a creyentes cristianos o la persecución sistemática de la población musulmana uigur.
El funcionario elogió la actualidad de los temas abordados por el simposio, que incluyen la promoción de la libertad religiosa, el combate a la trata de personas y el fomento a la ayuda humanitaria. «Más del 80% de la humanidad vive en lugares donde la libertad religiosa está amenazada o totalmente negada», lamentó Pompeo. «Aproximadamente 71 millones de personas en todo el mundo son desplazadas como refugiados, aproximadamente 25 millones de personas están atrapadas en situaciones de trata de personas, y no es casualidad que esto haya sucedido a medida que las sociedades libres han proliferado».
Por estos motivos destacó al creación de una Alianza Internacional de Libertad Religiosa que contribuya a superar los obstáculos a la religión en todo el mundo. «Humildemente le pedimos a la Santa Sede que se una a nosotros», afirmó el Secretario de Estado. «¿Qué podría ser más poderoso que nuestras voces juntas que piden la libertad de adorar a Dios?».
El funcionario recordó los acercamientos del Papa San Juan Pablo II y el Presidente estadounidense Ronald Reagan durante la Guerra Fría. «Piensen en los millones de creyentes que pueden vivir con dignidad y propósito, que ahora pueden adorar sin miedo, gracias a los esfuerzos conjuntos de un Papa y un presidente», concluyó.
Con información de Catholic World Report.
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