Turín (Lunes, 07-10-2019, Gaudium Press) Miembros de la Asociación María Auxiliadora (ADMA), participaron el domingo 6 de octubre en la Jornada Mariana anual que ocurrió en Turín, casa de la Familia Salesiana. El evento, que llevó por tema «Compartir la gracia. Con María, Mujer creyente», ocurrió con motivo del 150° aniversario de la fundación de la Asociación instituida por San Juan Bosco en abril de 1869, con la presencia del Rector Mayor de los Salesianos, el sacerdote español Ángel Fernández Artime, y sirvió de preparación para el 8º Congreso Internacional de María Auxiliadora, que se celebrará en Buenos Aires, Argentina, el próximo noviembre (Ver: Argentina rumbo al 8º Congreso Internacional de María Auxiliadora).
La jornada comenzó a las 9:00 horas con una representación de la ADMA jóvenes, continuando con la intervención del Rector Mayor, y finalizando la mañana con un encuentro de las experiencias de la Familia Salesiana. Retomó en la tarde con el rezo del Santo Rosario, la celebración Eucarística, culminando con las nuevas adhesiones a la ADMA.
El Padre Fernández Artime, en una carta que dirigió con ocasión del 150° aniversario de la ADMA, que tituló «¡Abandónate, confía, sonríe!», hace referencia a los dos elementos que sostienen el carisma salesiano y, de modo especial, a la ADMA: el estar «aferrados a la Eucaristía y a María Auxiliadora». Columnas que dejó consignados Don Bosco en el Reglamento de los devotos a María Auxiliadora.
En palabras del Rector Mayor de los Salesianos, Cristo es quien domina la existencia de Don Bosco, y por ende el carisma salesiano: «el Cristo que domina la existencia de Don Bosco es, predominantemente, el Jesús vivo y presente en la Eucaristía, el Pan de la vida, el Hijo de María, Madre de Dios y de la Iglesia. Don Bosco vivió de esta presencia y en esta presencia. La Eucaristía sacrificio y sacramento, la Eucaristía que nos nutre, la Eucaristía presencia real y adorable es, en la vida de Don Bosco, fuerza y consuelo, fuente de paz y, al mismo tiempo, fuego de actividad».
Señala que el fundador de los salesianos fue un gran devoto de la Virgen, y por ende los salesianos lo son, pero «no somos devotos genéricos, sino devotos de María Auxiliadora».
«En su experiencia, el don de amor que nos une al Padre y al Hijo (gracia) y que impulsa a la acción (caridad), pasa explícitamente, casi sensiblemente, a través de la mediación materna de María. A lo largo de su vida, de hecho, la presencia de la Virgen fue la guía constante para realizar la misión recibida del Padre; la maestra sabia, que enseña el arte de educar a los jóvenes con amor, como lo ordenó Jesús en el sueño de los nueve años; el puerto seguro en la adversidad, en el que se obtiene fácilmente protección, consuelo y fuerza del Espíritu Santo», añade el Padre Fernández Artime.
La Asociación de María Auxiliadora (ADMA) fue fundada por San Juan Bosco un año después de culminar la construcción de la Basílica de María Auxiliadora en Turín, cuyo 150° aniversario de construcción se celebró en 2018. El objetivo de la Asociación es el de irradiar en el mundo la devoción a María bajo la advocación de «Auxiliadora de los Cristianos».
Quienes hacen parte de la ADMA siguen un itinerario de santificación y apostolado de acuerdo con el carisma de Don Bosco, que pone como centro a Jesús Sacramentado y la devoción a María Auxiliadora.
La Asociación viene organizando desde hace tres décadas el Congreso Internacional de María Auxiliadora justamente con el propósito de profundizar y promover la devoción a la Virgen proponiendo a María como modelo de vida cristiana.
El primer congreso, que ocurrió en el año 1988, tuvo lugar en Turín en el año en que se conmemoraba el centenario de la muerte de San Juan Bosco.
Con información de ANS y ADMA.
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