Ciudad del Vaticano (Lunes, 21-10-2019, Gaudium Press) Ayer en el Ángelus dominical, el Pontífice recordó que la Iglesia conmemoraba la Jornada Mundial Misionera. Desde el el balcón del Palacio Apostólico que da sobre la Plaza de San Pedro, Francisco dijo que «la Jornada Mundial Misionera, que se celebra hoy, es una ocasión favorable para que cada bautizado sea más consciente de la necesidad de cooperar en la proclamación del Reino de Dios a través de un compromiso renovado».
Para el Papa, la Jornada Mundial Misionera es justamente la ocasión de «que cada bautizado sea más consciente de la necesidad del anuncio de La Palabra y de la proclamación del Reino de Dios». Recordado la Carta Apostólica Maximum Illud de Benedicto XV hace 100 años, afirmó que es preciso dar «un nuevo impulso a la responsabilidad misionera de toda la Iglesia», evitando «cualquier cierre autorreferencial y cualquier forma de pesimismo pastoral, para abrirnos a la alegre novedad del Evangelio».
Ante la difícil situación que se vive en muchos lugares en el mundo, el Pontífice mostró la actualidad del anuncio de la Buena Noticia del Evangelio: «Se trata de escuchar el fuerte llamado a la misión a todos los pueblos y a aquellos que viven al margen aquí entre nosotros. Es de nuestra fraternidad, vivida con fe y caridad, que fluyen la fuerza y el impulso hacia la misión».
El misionero, una persona de oración
Francisco expresó, que la condición para la plenitud y éxito de la misión, es una profunda vida de oración del misionero «una oración ferviente e incesante, según la enseñanza de Jesús proclamada también en el Evangelio de hoy, en la que Él cuenta una parábola sobre la necesidad de rezar siempre, sin cansarse nunca». También es necesario rezar por los misioneros: «hoy es una buena ocasión para preguntarse ¿rezo por los misioneros? Pensemos en ello».
Con información de Vatican News
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