Varsovia (Miércoles, 23-10-2019, Gaudium Press) Los Obispos de Polonia anunciaron su apoyo a una iniciativa nacida en el Congreso Europa Christi: pedir al Papa Francisco que San Juan Pablo II sea declarado Doctor de la Iglesia y Patrono de Europa. Este honor podría según la Conferencia de Obispos ser conferido por la Iglesia en 2020, año en que se celebran 100 años del nacimiento del Santo y 15 años de su fallecimiento.
Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Polaca. Foto: Episkopat News. |
«La riqueza del pontificado de San Juan Pablo II, referido por muchos historiadores y teólogos como Juan Pablo II el Grande, fluyó de la riqueza de su personalidad: poeta, filósofo, teólogo y místico, realizándose en muchas dimensiones, desde el trabajo pastoral y la enseñanza al dirigir la Iglesia universal, hasta el testimonio personal de santidad de vida», escribió el Presidente de la Conferencia Episcopal de Polonia, Mons. Stanislaw Gadecki en una carta dirigida la Pontífice.
El prelado recordó que el pontificado de San Juan Pablo II estuvo lleno de momentos que cambiaron el curso de la historia de Europa y el mundo, entre los cuales se destaca inevitablemente la caída del régimen de la Unión Soviética. El papel del Pontífice fue notorio en la restauración de la unidad europea tras la profunda división de la Cortina de Hierro. Los Obispos afirmaron que la figura de San Juan Pablo II es relevante tanto para los creyentes como para los no creyentes.
Mons. Gadecki hizo referencia al legado de otros Santos Patronos de Europa, los Santos Cirilo y Metodio, afirmando que San Juan Pablo II se convirtió en un continuador de su obra de unificación del continente a través de la predicación de la fe cristiana. Esta posición fue apoyada por el Cardenal Stanislaw Dziwisz, Arzobispo emérito de Cracovia y amigo personal del Santo, quien destacó el balance de la figura de San Juan Pablo II entre lo clásico y lo moderno y lo describió como «un maestro real y un Doctor de la Iglesia» así como «un importante guardián de los valores europeos, los cuales son el fundamento indeleble de la civilización moderna».
Con información de Conferencia Episcopal Polaca.
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