Ciudad del Vaticano (Lunes, 28-10-2019, Gaudium Press) Ayer, en el Ángelus dominical, y poco después de haber celebrado la misa de clausura del Sínodo de la Amazonía, el Papa Francisco trató con los peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro, algunos puntos del encuentro episcopal que acababa de concluir.
El Pontífice afirmó que «el grito de los pobres, junto con el de la tierra», que «vino a nosotros desde el Amazonas», mueve a «no permanecer indiferentes».
«Ha sido, como dice la palabra, un caminar juntos, confortados por el coraje y los consuelos que vienen del Señor. Caminamos mirándonos a los ojos y escuchándonos, sinceramente, sin ocultar dificultades, experimentando la belleza de seguir adelante juntos, para servir», dijo Francisco.
«En el Sínodo nos hemos hecho esta pregunta, deseando abrir nuevos caminos al anuncio de la Buena Nueva. Y, en primer lugar, hemos sentido la necesidad, como el publicano en el Evangelio de hoy (cf. Lc 18, 13-14) de ponernos ante el Señor, de ponerlo a Él de nuevo en el centro, tanto a nivel personal y como Iglesia», agregó.
Finalizó Francisco su meditación, pidiendo a la Virgen, «Reina de la Amazonía», por «el camino que vendrá», después del Sínodo.
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