Ciudad del Vaticano (Lunes, 28-10-2019, Gaudium Press) En rueda de prensa, realizada en la Sala Stampa de la Santa Sede, el día 24 pasado, el Cardenal Beniamino Stella, Prefecto de la Congregación para el Clero, comentó que «el celibato es una gran belleza de la vida de los sacerdotes» y como tal, «debe ser verdaderamente preservado».
Formar bien a los sacerdotes
Hablando sobre la propuesta de ordenar sacerdotes hombres casados, conocidos como «viri probati», el Cardenal Stella afirmó que en la Congregación del Clero siempre sugiere a los obispos: «formar bien a los sacerdotes» y «estar muy vigilantes sobre las características humanas» porque «el aspecto humano de la persona es fundamental para la admisión en las órdenes».
Compromiso para siempre – desafío personal
Además, el Purpurado resaltó que en la actualidad «la Iglesia permanece tal vez como la única institución que predica un compromiso para siempre».
Y es «lo que indico muchas veces para los sacerdotes, para la vida consagrada, para el matrimonio» y agregó que «este compromiso para siempre es verdaderamente un gran desafío, una tremenda exigencia interior».
En esta línea, el Cardenal Stella destacó que «debemos ser conscientes que el don del celibato representa hoy para los jóvenes, y también para los sacerdotes, un gran desafío personal que se debe asumir con consciencia interior y también después de un tiempo de formación y de entrenamiento de disciplina personal».
Campo de batalla; espiritualidad, oración
«Y después, cuando se está en el ‘campo de batalla’, así yo llamaría la vida sacerdotal, es necesario cultivar mucho la espiritualidad:
Es necesario tener tiempos de oración para crecer en el interior y es necesario tener una disciplina personal», agregó el Cardenal.
En este sentido, el Cardenal Stella dijo que «la formación, vida de oración y la disciplina personal, el tema del celibato tiene un sentido porque incide en la vida de los sacerdotes.
Una realidad que se puede vivir – gran compromiso, gran belleza
«Es una realidad que se puede vivir, pero es necesario ser conscientes que vivimos en una cultura, en un mundo que representa hoy para los sacerdotes, para la vida consagrada, si no para todos los cristianos, una exigencia grande».
«Yo pienso que debemos hablar de esta realidad, hablar con los jóvenes, presentar esta exigencia del sacerdote de rito latino como un gran compromiso y una gran belleza», incentivó Stella.
Ratio Fundamentalis
Además el Prefecto de la Congregación para el Clero recordó la «ratio fundamentalis» que es el «esquema de formación para los sacerdotes» donde es abordado el «don de la vocación».
«Es un don de Dios, que se llama vocación, que es recibida, que se prepara sobre todo en el contexto de cualidades humanas muy concretas, de equilibrio, de mente sana, de afectividad transparente», explicó el Prefecto.
De este modo, el Cardenal Stella resaltó la importancia de «un cuadro de espiritualidad, de un compromiso pastoral, siempre con connotaciones de espiritualidad y de vida interior, en el que el celibato representa una gran belleza de la vida de los sacerdotes, pero que debe ser verdaderamente guardado, como dicen las Escrituras, es un tesoro que conservamos en vasijas de barro y debemos ser muy, muy conscientes».
(JSG)
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