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Matagalpa (Miércoles, 30-10-2019, Gaudium Press) El Obispo de la diócesis de Matagalpa, Nicaragua, Mons. Rolando Álvarez, concedió una entrevista en video en la cual hace un balance de la difícil situación social de los habitantes de su jurisdicción eclesiástica y expresó el compromiso de la Iglesia en apoyar a los más débiles y su convencimiento de que los ciudadanos ya no sienten temor de manifestarse.
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| Mons. Rolando Álvarez, Obispo de la diócesis de Matagalpa, Nicaragua. Foto: Diócesis de Matagalpa. |
«No vivo con miedo. Voy con la gente. La Iglesia no tiene miedo, vive, celebra y ayuda a los demás», indicó el prelado sobre la situación de violencia que ha afectado incluso a la Iglesia, según informó Fides. «Además, Nicaragua ya no tiene miedo, el miedo te detiene. La gente ya no tiene miedo. La gente está logrando marcar la diferencia y está haciendo un cambio con ella».
El Obispo denunció que un 70 por ciento de los habitantes de Matagalpa no tienen dinero suficiente para enviar a los niños a la escuela. «O comemos o estudiamos», lamentó Mons. Álvarez. En medio de la crisis política y la insatisfacción de los ciudadanos, elementos violentos intentan infiltrar los actos religiosos para crear confusión. En la reciente procesión de Nuestra Señora del Rosario, los fieles reconocieron a los infiltrados y consiguieron preservar la manifestación de fe.
«Caminar en la calle significa manifestar fe y amor. Las manifestaciones de la población son expresiones de amor por la patria», explicó el Obispo. «Al igual que los católicos, que lo hacen por fe, así sucede con la población, que con lealtad y amor a la nación quiere demostrar que exigen respeto por el país, y también expresar una opinión contraria al tipo de gobierno o gestión». Sobre las denuncias de ataques a la Iglesia por parte de grupos de presión favorables al régimen de Ortega, el prelado se limitó a recordar la posición de la Iglesia. «Lo único que puedo decir es que, antes de ser creyentes, debemos tomar un posición humanitaria, los laicos están del lado de los más débiles»
Mons Álvarez recordó que la Iglesia ha trabajado durante años para lograr un proceso de diálogo con el gobierno que promueva el bien común del país pero no ha recibido una respuesta . «Pero no nos escuchó», lamentó el prelado. «Estamos abiertos al diálogo. Continuamos haciendo nuestro trabajo: catequesis, trabajo social, promoción humana, etc. con más fuerza cuando las situaciones son difíciles. Nosotros los Obispos hemos elegido acompañar a la gente».
Con información de Fides.
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