Ciudad del Vaticano (Viernes, 01-11-2019, Gaudium Press) En una de las Audiencias concedidas por el Papa este jueves 31 de octubre, fueron recibidos los participantes del 5º Curso de Formación de los Capellanes Militares Católicos, promovido por la Congregación para los Obispos.
El Pontífice trató en su discurso de la temática desenvuelta durante el Curso:
«La privación de la libertad personal en el contexto de los conflictos armados. La misión del capellán militar».
Vulnerabilidad
Francisco afirmó que una persona detenida queda además más vulnerable cuando se trata de un conflicto, una vez que el prisionero está en las manos de fuerzas adversarias.
No es raro que por eso sean víctimas de violaciones de sus derechos fundamentales.
Cuando se trata de civiles, las víctimas pueden haber sido sujetas a secuestros, desaparecimientos forzados y homicidios.
El Papa recordó que con estas víctimas «se cuentan también innúmeros religiosos y religiosas, de los cuales no se tienen más noticias o que pagaron con la vida su consagración a Dios y al servicio de las personas».
Francisco quiso garantizar a los participantes del Curso su oración a todas esas personas y sus familias, para que puedan siempre tener coraje de ir adelante y de no perder la esperanza.
Protección garantizada
En su discurso, Francisco recordó además la protección de la dignidad de los detenidos e invitó a los ordinarios y los capellanes militares a no escatimar esfuerzos para que las normas de la dignidad de los detenidos sean acogidas «en el corazón» de las personas que son confiadas a su cuidado pastoral.
Según Francisco, «los ministros de Cristo en el mundo militar son también los primeros ministros del hombre y de sus derechos fundamentales».
El Papa recordó también otra dimensión que es complementario al trabajo de los capellanes, que es el trabajo de prevención y de educación de las familias y de las comunidades cristianas.
(JSG)
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