Toronto (Sábado, 02-11-2019, Gaudium Press) Los organizadores de una cena de recaudación de fondos en favor de los cristianos de Medio Oriente en Canadá anunciaron la cancelación de la visita de Mons. Najeeb Michaeel, Arzobispo caldeo de Mosul, Irak, debido a la oleada de protestas que ha generado violencia en ese país. A pesar de que el viaje del prelado buscaba ayudar a obtener fondos en favor de los creyentes de la región, la delicada situación impuso al Arzobispo cancelar sus planes.
Mons. Najeeb Michaeel, Arzobispo caldeo de Mosul, Irak. Foto: EWTN. |
«Él ha elegido quedarse junto a su pueblo», comentó a The Catholic Register Daniel Torchia, vocero de la Catholic Near East Welfare Association of Canada (CNEWA). El testimonio que sería compartido por el Arzobispo es el de un Obispo que no puede vivir en su ciudad por los estragos del genocidio ejecutado por el llamado Estado Islámico.
Mons. Michaeel vive temporalmente en Karemlesh, una población ubicada a una media hora de distancia de Mosul. «Visito Mosul, nuestras iglesias allí y nuestros monasterios una, dos o tres veces por semana», relató el prelado telefónicamente. «No vivo allí porque no tengo lugar. Tengo 14 iglesias destruidas por completo, y cuatro antiguos monasterios que se remontan a los siglos IV y V, que también están destruidos».
A pesar de los esfuerzos por la recuperación de la presencia cristiana de la llanura de Nínive, el prelado informó que aún no se tienen las condiciones necesarias para el retorno definitivo de los creyentes. «Como Obispo, no los animo a regresar y exponerse a los peligros», lamentó el prelado. «Esperaremos, tal vez algunos meses, tal vez un año. No lo sé exactamente».
La mayoría de los cristianos que retornaron a Mosul lo hacen para trabajar durante el día y residen en ciudades cercanas. Muchos encuentran que si se preservaron sus hogares de la destrucción, sí fueron entregados a otras familias que los consideran de su propiedad y los intentos por recuperarlos pueden generar nuevos riesgos de agresiones o incluso poner en riesgo su vida. «La situación cambia todas las semanas, a veces todos los días, porque la situación no es estable», describió el prelado, quien sostiene reuniones con diversos líderes que trabajan por lograr el retorno total de los creyentes, quienes tratan de evitar los conflictos. «Los cristianos son una minoría y no tienen ejército, no son poderosos», indicó el Arzobispo.
Con información de The Catholic Register.
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