San Carlos de Bariloche (Martes, 05-11-2019, Gaudium Press) Bajo el lema «Madre, ayúdanos a vivir en paz y unidad», ocurrió el sábado 2 y domingo 3 de noviembre una nueva edición de la peregrinación a la gruta de Nuestra Señora de las Nieves de Bariloche. El evento, el número 26 que tenía lugar, se desarrolló a través de varias actividades dirigidas a los adultos mayores y enfermos, y también con un numeroso grupo de peregrinos que año con año se encuentran con Nuestra Señora.
La romería anual comenzó el sábado con un encuentro dirigido a los abuelos y personas enfermas que comenzó a las 15:00 horas con el rezo del Santo Rosario, y continuó a las 16:00 con la celebración Eucarística.
La peregrinación propiamente dicha tuvo lugar el domingo comenzando desde tres columnas: la primera, que inició a las 7:30 horas, se originó desde el templo de la Virgen del Valle; la segunda, desde Santo Cristo, también a las 7:30; y la tercera, a las 9:15 desde la avenida Bustillo.
la gruta de la Virgen de las Nieves está ubicada muy cerca de la ciudad de Bariloche, a pocos pasos del cerro «Catedral» / Foto: FB-Virgen Misionera de Comallo. |
Momento importante fue la santa Misa que presidió a los pies de la Virgen el Obispo de San Carlos de Bariloche, Mons. Juan José Chaparro, quien durante la homilía destacó la presencia maternal de la Virgen en la pequeña gruta que todos los años, para la peregrinación, recibe un sinnúmero de caminantes:
«Estos son nuestros lugares, lugar donde somos devotos de Nuestra Señora de las Nieves. Lugar bendito por la presencia de la Virgen Santísima, que como Madre siempre nos espera, solos o acompañados de nuestros amigos y hermanos, de la familia y de la comunidad, y por eso decimos: Virgen de las Nieves, aquí estamos tus hijos».
Señalando que el centro de la fe es Jesucristo, «el Señor, el único salvador», en quien «está nuestra vida y nuestra salvación», el Obispo dijo que la presencia de Nuestra Señora, como Madre del Hijo de Dios, en la diócesis «es una gracia y una bendición».
Haciendo referencia luego al lema de la peregrinación, Mons. Chaparro llamó a los fieles de Bariloche a pedir a la Madre interceder por las familias, por las comunidades, por el pueblo, que necesita la presencia de Dios.
«Tenemos necesidad de esta presencia de Dios y lo pedimos a la Virgen santísima. Y también pedimos ayuda por nuestros hermanos que pasan dificultades», indicó.
Al concluir la homilía, el Obispo de San Carlos de Bariloche elevó una oración a Nuestra Señora de las Nieves:
«María, Virgen de las Nieves, ayúdanos a ser familia, ayúdanos a que vivamos en paz, ayúdanos a que vivamos en unidad».
Una antigua devoción
El origen de la devoción a Nuestra Señora de las Nieves es muy antiguo, ya que data de 1580. Ese año Juan de Garay, durante la fundación de Buenos Aires, puso el puerto de Bariloche bajo el amparo de la Virgen en esta advocación.
En su honor se dedicó una gruta, que está ubicada muy cerca de la ciudad de Bariloche, a pocos pasos del cerro «Catedral». La gruta, que se encuentra en lo alto de la montaña, está rodeada de piedras. Para llegar a ella es necesario subir unas empinadas escaleras, que no han sido impedimento para que cientos de peregrinos la visiten año con año.
La imagen es una hermosa efigie que representa a Nuestra Señora llevando al Niño Jesús en sus brazos. Al rededor de la gruta se aprecia centenas de recuerdos que los devotos han depositado a los pies de la Madre en agradecimiento por su mediación.
La Virgen de las Nieves es patrona y protectora de los montañistas.
Con información de AICA.
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