Uruguay – Montevideo (Martes, 04-11-2019, Gaudium Press) El próximo domingo, 10 de noviembre, millares de fieles uruguayos harán una peregrinación al Santuario Nacional de Nuestra Señora de los Treinta y Tres, localizado 100 kilómetros al norte de Montevideo.
En la ocasión, después de una Santa Misa Solemne, celebrada a las 10:00 horas, los devotos renovarán su consagración a la patrona del país a través de una oración que fue compuesta por el Papa San Juan Pablo II durante su visita al país en mayo de 1988.
«Consagrarse a Nuestra Señora significa colocar nuestra vida en sus manos, entregarla y así ella pasa a ocuparse de nosotros de una forma especial, nos cuida, protege, pero, lo más importante, no nos suelta nunca de su mano para llevarnos siempre a Jesús.
¡Imagínese estar para siempre de manos dadas con Nuestra Señora! ¡Todos los días de nuestras vidas! ¡Qué privilegio! ¡Consagrarse es como recibir un premio especial de Nuestra Señora!», dice el libro preparatorio para el acto.
En la parte de la tarde, habrá una serie de actividades tales como una oración familiar a los pies de Nuestra Señora y una procesión.
También se hará la tradicional caminata juvenil titulada ‘100 k Florida’, en la cual los participantes realizan el trayecto a lo largo de cuatro días.
La Peregrinación Nacional al Santuario de Nuestra Señora de los Treinta y Tres marcará el inicio del camino hasta el V Congreso Eucarístico de Uruguay.
Nuestra Señora de los Treinta y Tres
Esculpida en el siglo XVIII, la imagen de la Patrona de Uruguay recibió este nombre en 1825, cuando treinta y tres patriotas fueron a un pequeño templo, en la ciudad de Florida, donde encontraron una imagen de madera de Nuestra Señora de la Asunción. El 25 de agosto del mismo año se proclamó la independencia y, después de firmar el acta, los constituyentes volvieron delante de la imagen para colocar la nueva nación bajo su protección. Desde aquel entonces la imagen fue llamada ‘Nuestra Señora de los Treinta y Tres’.
La imagen fue coronada canónicamente el 8 de marzo de 1961, por el Papa Juan XXIII, que al año siguiente la proclamó oficialmente Patrona de Uruguay. (EPC)
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