Ciudad del Vaticano (Viernes, 08-11-2017, Gaudium Press) En la mañana de ayer, 08/11, el Papa Francisco recibió a los participantes del Encuentro del Secretariado de Justicia Social y Ecología, de la Compañía de Jesús.
Los jesuitas están reunidos en Roma por ocasión de los 50 años de esta obra fue fundada por el General de la Compañía, Padre Arrupe que, según se afirma, «tuvo la intención de fortalecer la Compañía a partir de sus orígenes».
Francisco habló durante la Audiencia recordando los orígenes de los jesuitas según la Fórmula del Instituto de 1550: «los jesuitas se dedicarían a la defensa y la propagación de la fe y a la salvación de las almas en la vida y doctrina cristiana» y «encontrar a los desventurados, socorrer misericordiosamente y ayudar a los que están en las cárceles y los hospitales, y practicar todas las obras de caridad».
El Papa dijo, a propósito de la Fórmula del Instituto que «estas palabras no eran una declaración de intenciones, sino un modo de vida que ya habían probado, que les daba consuelo por eso se sentían enviados por el Señor».
Francisco comentó que el «Padre Arrupe siempre creyó que el servicio a la fe y la promoción de la justicia no podrían separarse, porque están radicalmente unidos. Y lo que hasta entonces había sido una virtud de algunos jesuitas, debería convertirse en una preocupación de todos».
El encuentro con los necesitados fortalece la fe
El Pontífice dijo a los jesuitas que «en los pobres, ustedes encuentran un lugar privilegiado de encuentro con Cristo. Y eso es un precioso regalo en la vida de los seguidores de Jesús: recibir el don de encontrarse con Él entre las víctimas y los miserables».
Para el Papa, «el encuentro con Cristo entre sus favoritos fortalece nuestra fe».
Situación del mundo
El Pontífice habló sobre la situación del mundo de hoy con sus injusticias y dolores, recordando también que «subsiste el tráfico de personas, aumentan episodios de xenofobia y la búsqueda egoísta del interés nacional, la desigualdad entre los países y también dentro de los mismos aumentan sin que se encuentren soluciones».
Para Francisco, «el apostolado social no sirve para resolver problemas, sino para promover procesos e incentivar la esperanza.»
Desafío
El Papa desafió a los jesuitas a abrir un nuevo futuro, para que se «creen posibilidades, generen alternativas, ayuden a pensar y actuar de una manera diferente», haciendo de los pobres «un lugar privilegiado de encuentro con Cristo».
(JSG)
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