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Baltimore (Martes, 12-11-2019, Gaudium Press) El Cardenal Daniel Di Nardo, Arzobispo de Galveston-Houston, ofreció ayer su último discurso como presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos. Lo hizo durante el inicio de la Asamblea General de otoño de ese organismo, que se desarrolla desde el 11 hasta el 14 de noviembre en Baltimore.
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| Foto: Arquidiócesis de Galveston-Houston |
El purpurado tras su presentación de 9 minutos, recibió una ovación de parte de los asistentes.
Habló el Cardenal Di Nardo de labores de trasparencia realizadas por la Iglesia de los EE.UU. para enfrentar el tema del abuso sexual en la Iglesia, pero indicó que las medidas adoptadas por el episcopado en Junio eran «solo un inicio. Más [cosas] necesitan ser hechas».
Elogió también la labor de los voluntarios católicos que atienden a migrantes, y a los que colaboran en los centros de maternidad a lo largo de todo el país. Urgió a las mujeres que estén pensando en abortar, a llamar a una parroquia católica donde se les ofrecerá potenciales recursos de ayuda. «La lucha continua para defender a los niños no nacidos» es un desafío importante y la iglesia continuará en este trabajo, dijo, siempre que «las vidas más inocentes se queden sin protección».
Su vida cambió cuando se reunió con sobrevivientes de abusos
Declaró el Cardenal que su vida había «cambiado para siempre» cuando se reunió con sobrevivientes de abusos, y afirmó que aunque algunos al interior de la Iglesia no los escucharon, ellos se rehusaron a ser «relegados a las sombras», y que sus testimonios animan a los obispos a responder con programas de prevención, apoyo pastoral y políticas de tolerancia cero. Enfatizó que la Iglesia debe continuar a corregir el clericalismo.
Reconoció el Cardenal que hace tres años, cuando asumió la presidencia del episcopado americano, no tenía idea del «camino difícil» que enfrentaría.
Con información de CNS
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