Redacción (Martes, 12-11-2019, Gaudium Press) La Iglesia recordó este lunes, 11 de noviembre, la fiesta litúrgica de San Martín de Tours.
San Martín de Tours nació en Hungría alrededor del año 316, hijo de padres paganos.
A los quince años, se vio obligado a entrar al ejército, debido a un edicto imperial.
Divergen los historiadores sobre la duración de su servicio militar. Algunos juzgan haber permanecido en el ejército el tiempo entonces exigido: 25 años.
Como soldado de la Guarda Imperial, pasó en Amiens la mayor parte de su vida castrense.
Ocurrió allí el célebre episodio que quedó inmortalizado en las páginas hagiográficas de Martín y en innúmeras obras de arte.
Durante el riguroso invierno de 335, el santo pasaba por una de las puertas de la ciudad cuando avistó un mendigo temblando de frío, el cual le extendió la mano, pidiendo auxilio.
No tenía dinero para darle, pero, sin titubear, sacó la espada, dividió al medio su capa de frío y entregó una parte al infeliz.
En esa noche, el joven soldado vio en sueños a Cristo Jesús vestido con la mitad del abrigo por él donado.
Y lo oyó decir con voz fuerte a una multitud de ángeles: «Martín, que es apenas catecúmeno, me cubrió con este manto».
Aunque todavía no bautizado, su alma estaba ya embebida de la caridad cristiana.
Después de recibir el bautismo y renunciar a la milicia, fundó un monasterio en Ligugé (Francia), donde vivió la vida monástica bajo la dirección de San Hilario.
Más tarde, recibió el orden sacerdotal y fue electo Obispo de Tours. Murió en 397.
La capa de San Martín
La media capa de San Martín de Tours fue colocada en una urna y le construyeron un pequeño santuario.
Como en latín «media capa» se dice «capela», las personas acostumbraban decir: «Vamos a rezar donde está la capela».
De ese modo, el nombre «capela» se popularizó y pasó a ser usado en algunos lugares para designar a los pequeños lugares de oración.
San Martín de Tours, patrono de la Guardia Suiza Pontificia, es también patrono de Francia y Hungría.
(JSG)
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