Guayaquil – Ecuador (Martes, 12-11-201-, Gaudium Press) Con el apoyo de la Arquidiócesis de Guayaquil, en Ecuador, y de la Junta de Beneficencia de la ciudad fue inaugurado y bendecido, en el Cementerio Metropolitano de la ciudad, un pabellón especial para dar sepultura a los niños no nacidos en una iniciativa promovida por el movimiento «Bebés en los corazones de Jesús y María».
Los bebés NN
La Junta de Beneficencia acaba de destinar un lugar en el Cementerio de Guayaquil donde «serán enterrados los bebés NN (No Nacidos) que la institución reciba para ese fin».
En un lugar especial fue construido un bloque de sepulturas con capacidad para 24 nichos donde serán enterrados los bebés que no nacieron.
En informaciones dadas a la Agencia ACI, la subdirectora del movimiento, Estela Zea de Furlato, comentó que el proyecto comenzó apenas como la compra de un nicho, adquirido por la directora del movimiento «Bebés en los corazones de Jesús y María», María Cecilia Lasso.
Sin embargo, con el apoyo del gerente comercial de la Junta de Beneficencia y miembro del movimiento, César Salmon, «lo que era un espacio se tornó 24, y ahora la junta también nos ofreció si necesitamos de más, para continuar creciendo con este pabellón».
Hijo que no pudo nacer
Esa obra de misericordia complementa el trabajo realizado por el Proyecto Esperanza, una acción de apostolado que acoge y acompaña a las madres que perdieron sus bebés debido a un aborto inducido o espontáneo.
Ella forma parte de un proceso de acompañamiento, reconciliación y encuentro de la familia con el hijo que no pudo nacer.
«Una manera de vivir ese luto causado por la pérdida gestacional es obviamente dar santa sepultura al bebé», comentó Zea.
«Enfrentar el luto forma parte de la cura para esas personas, y muchas veces ese luto no es enfrentado, y esa [iniciativa] es una manera tangible y real de hacerlo», dijo.
¿Bebé que no nació?
Las personas «se refieren al no nacido como un bebé que nunca nació, pero él realmente nació en el vientre de la madre y vivió», y es por eso que «merece que el luto sea vivido», afirmó Zea.
Este acto de misericordia es un acto de compasión, y solidaridad con la necesidad del otro.
Servicio gratuito y Arquidiócesis
Siendo un servicio gratuito, no se trata de una limosna:
«El espacio dentro del Cementerio Metropolitano es pensado precisamente para familias vulnerables que no tienen dónde enterrar sus bebés no nacidos».
Para tener acceso al espacio en el cementerio es necesario buscar la Arquidiócesis de Guayaquil y seguir las indicaciones que fueren proporcionadas.
Esto vale tanto para las familias que solicitan espacio en los nichos para sus hijos no nacidos cuanto para las personas que encuentran niños no nacidos abandonados.
«Dolor imposible de calmar con palabras humanas»
En el día de la inauguración, el Arzobispo de Guayaquil, Mons. Luis Cabrera, celebró una Misa en memoria de los bebés no nacidos.
Mons. Cabrera dijo en la homilía que la pérdida de un hijo es «un dolor imposible de calmar con palabras humanas, apenas la presencia de Dios es capaz de alcanzar lo más profundo para llenar con ese bálsamo de paz, de esperanza».
Estela Zea contó que entre los 200 fieles presentes estaba una vieja señora de 83 años que, a pesar de tanto tiempo todavía sufre por sus cuatro hijos que no consiguieron nacer y venía a pedir oraciones por ellos.
(JSG)
Deje su Comentario