Aborto: "Iglesia defiende el valor Sagrado de la Vida Humana", dice Arzobispo mexicano

Ciudad de México (Miércoles, 13-11-2019, Gaudium Press) A propósito de los intentos de despenalizar el aborto en el estado mexicano de Michoacán, Mons. Carlos Garfias Merlos, Arzobispo de Morelia, capital del estado, declaró que «la Iglesia Católica continuará protegiendo la vida humana desde el inicio hasta el fin natural».

El óvulo y la Nueva Vida

En una rueda de prensa concedida por el Arzobispo de Morelia, que también es vicepresidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), enfatizó que «a partir del momento en que el óvulo es fecundado, se inaugura una nueva vida que no es la del padre ni la de la madre, sino la de un nuevo ser humano que se desarrolla por sí mismo».

Mons. Carlos Garfias Merlos, destacó que «La genética moderna muestra que, desde el primer instante, se encuentra fijado el programa de lo que será ese viviente: una persona».

El Arzobispo exigió delante de la prensa que «sea garantizado el respeto incondicional, desde el primer momento de su existencia, que moralmente se debe al ser humano en su totalidad y unidad corporal y espiritual».

«El ser humano -continuó- es persona desde el instante de su concepción y, por tanto, a partir de ese momento, tiene los derechos de la persona, principalmente el derecho inviolable a la vida, que es el primer derecho».

Valor Sagrado de la Vida Humana

El vicepresidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) reiteró que «la Iglesia Católica continuará proclamando la sacralidad de la vida humana.

El Evangelio de la vida está en el centro del mensaje de Jesús.

Acogido con amor todos los días por la Iglesia, es anunciado con fidelidad como Buena Nueva a los hombres de todas las épocas y culturas».

Respetar la Ley Natural

Para concluir, el arzobispo subrayó:

«Todo hombre sinceramente abierto a la verdad y al bien, incluso entre dificultades e incertezas, con la luz de la razón y no sin la influencia de la gracia, puede descubrir en la Ley Natural escrita en su corazón el valor sagrado de la vida humana, del inicio al fin, y afirmar el derecho de cada ser humano de respetar plenamente ese derecho que le corresponde desde el inicio». (JSG)