Belén (Jueves, 14-11-2019, Gaudium Press) Una luz de esperanza para niños y adolescentes que se encuentran en situaciones difíciles de desarraigo familiar es lo que se ha convertido la Casa del Niño de Belén; institución de la Custodia de Tierra Santa que viene funcionando desde hace 12 años.
Por poco más de una década el hogar ofrece acogida para niños y jóvenes entre los 6 y los 18 años, brindando la experiencia de lo que es una casa, una familia; todo con el apoyo de voluntarios y diferentes profesionales, entre ellos, un asistente social y psicológico, educadores que acompañan las actividades diarias de los chicos, los profesores de la escuela de Tierra Santa que los apoyan en el tiempo de estudio; así como un fraile quien se convierte en el «hermano mayor», y las cocineras que los acogen con gran cariño.
Los franciscanos acompañan el caminar de los niños y jóvenes de la Casa del Niño de Belén / Foto: Nadim Asfour – CTS. |
La iniciativa nació en el año 2007 con fray Amjad Sabbara, quien es hoy párroco de San Salvador en Jerusalén, y por entonces era párroco de la parroquia de Belén. El fraile solía visitar las casas de los fieles para bendecirlas, allí se encontró con el drama que vivían algunas familias, sobre todo los niños y adolescentes quienes enfrentaban situaciones difíciles, como la separación de sus padres, violencia doméstica o la adición a las drogas, entre otras.
En un principio se pensó en una casa para acompañar a estos niños y adolescentes en sus actividades extraescolares, facilitándoles un espacio para el buen uso del tiempo libre y también para el estudio.
Con el traslado de Fray Amjad a Nazaret, la iniciativa fue confiada a Fray Marwan Di’des, quien al ser el responsable de la escuela de Tierra Santa en Belén, decidió vincular el proyecto del hogar con la realidad de la institución educativa; y con el respaldo de Mons. Pierbattista Pizzabala, entonces Custodio de Tierra Santa, la iniciativa pasó a ser un proyecto residencial dándole la oportunidad a los niños y jóvenes de vivir establemente en el lugar, de lunes a sábado, como si estuviesen en casa.
La apertura de la casa fue posible gracias instituciones y personas de buena voluntad que creyeron en el proyecto y decidieron dar su apoyo económico para que fuese realidad. Un apoyo que hoy continúa como el que ofrece la Franciscan Foundation for the Holy Land (Fundación Franciscana para Tierra Santa).
Fue inaugurada el 24 de septiembre de 2007 con ocho jóvenes, siendo bendecida por Mons. Pizzaballa. Un par de meses después, para Navidad, ya eran doce, y al finalizar el año escolar, la casa contaba con 18 niños y adolescentes.
Hoy se han beneficiado del hogar unos 119 jóvenes de Belén, muchos de los cuales han continuado un proyecto sólido para su vida; algunos se han casado y tienen familia, otros se han esforzado trabajando para comparar una casa, otros son maestros, etc.
Y lo más importante, los guía la fe y la confianza en Dios, como destacan desde la Custodia de Tierra Santa:
«Todo lo mueve la confianza en el Señor, luz en la adversidad, que se convierte en una presencia importante para la vida de los muchachos. De este modo consiguen comprender, a través de su experiencia de vida, tanto las bases de la fe como la confianza en los demás».
Actualmente la casa tiene un nuevo responsable: el franciscano Fadi Azar.
Con información de Custodia de Tierra Santa.
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