Ciudad del Vaticano (Jueves, 14-11-2019, Gaudium Press) En la homilía de la misa matutina celebrada en la Casa Santa Marta, en la mañana del martes 12/11, al comentar el trecho del Libro de la Sabiduría (Sb 2,23-3,9) propuesto por la liturgia en la primera lectura, el Papa Francisco comentó que el diablo existe y por su envidia con el Hijo de Dios que se hizo hombre, siembra el odio en el mundo, que provoca muerte: «Dios nos creó a su imagen, somos hijos de Dios, y luego agrega, «pero por la envidia del diablo la muerte entró al mundo».
El demonio no acepta la encarnación
Francisco explicó que «la envidia de aquel ángel soberbio que no quiso aceptar la encarnación» lo llevó a querer «destruir la humanidad».
En el corazón de los hombres, dice el Papa, entró, entonces, «los celos, la envidia, la concurrencia», cuando «podemos vivir como hermanos, todos, en paz». Y fue así que tuvo inicio «la lucha y las ganas de destruir».
«Diálogo» con los fieles
En esta su homilía Francisco retomó sus «diálogos» con los fieles:
«Pero padre, yo no destruyo a nadie». «¿No? ¿Y las maledicencias que usted hace? ¿Cuándo habla mal de otra persona? Usted la destruye.»
Citando al apóstol San Santiago, Francisco dice: «la lengua es un arma feroz, mata». Y completó diciendo que «el parloteo mata, la calumnia mata».
«Pero padre, yo soy bautizado, soy cristiano practicante, ¿cómo puedo tornarme un asesino?» Es porque «dentro de nosotros tenemos la guerra», desde el inicio: «Caín y Abel eran hermanos pero el celo, la envidia de uno destruyó al otro», dice el Papa que además complementa que esta es la realidad, basta ver el noticiero: «guerras, destrucciones, personas que por causa de las guerras mueren también de enfermedades».
El Pontífice habló sobre la tentación:
«Por atrás hay alguien que nos impulsa a hacer esas cosas. Es lo que nosotros llamamos de tentación.
El demonio envidia la naturaleza humana
«¿Y de qué el diablo tiene envidia? De nuestra naturaleza humana», comentó el Pontífice.
«¿Y ustedes saben por cuál motivo? Porque el Hijo de Dios se hizo uno de nosotros. Eso él no lo puede tolerar, no consigue tolerar.
Cristo se hizo hombre para vencer el mal en nuestra carne
«Pidamos al Señor, fue la invocación final del Santo Padre, que haga crecer en nuestro corazón la fe en Jesucristo, su Hijo», que asumió nuestra naturaleza humana, «para luchar con nuestra carne y vencer en nuestra carne» el diablo y el mal. Y que esa fe «nos dé la fuerza para no entrar en el juego de ese gran envidioso, el gran mentiroso, el sembrador de odio».
(JSG)
Deje su Comentario