Cambridge (Jueves, 14-11-2019, Gaudium Press) Un estudio publicado por la revista Science que reunió expertos de las universidades George Mason, Harvard y el Canadian Institute for Advanced Research, reconoció un papel fundamental de la Iglesia Católica en la transformación cultural de Occidente. En particular, el estudio propone que las normas de la Iglesia sobre la constitución de las familias crearon características que identifican a las poblaciones clasificadas como occidentales, educadas, industrializadas, ricas y democráticas.
La institución del matrimonio católico tuvo un papel relevante en la definición de importantes características sociales. Foto: María Fernández Santos |
Según los autores, los miembros de este tipo de poblaciones «tienden a ser más individualistas, independientes e impersonalmente prosociales» con cualidades como la capacidad de confiar en extraños. Estas características ya han sido objeto de estudios anteriores y estarían suficientemente probadas, pero se presenta una ausencia de explicaciones sobre sus causas. Los investigadores buscaron la raíz de estas características y la identificaron en la influencia de la Iglesia Católica y su influencia en las bases de la sociedad: la manera como afectó las relaciones basadas en el parentesco.
«Con los orígenes de la agricultura, la evolución cultural favoreció cada vez más las normas intensivas de parentesco relacionadas con el matrimonio de primos, los clanes y la co-residencia que fomentaron la tensión social, la interdependencia y la cooperación en grupo», relataron los investigadores. Este tipo de relaciones fomentan la conformidad, obediencia y lealtad al grupo, pero fueron objeto de una prohibición expresa de la Iglesia, la cual no admitió el matrimonio entre primos. Esto generó familias nucleares más independientes y relativamente aisladas que propiciaron las características identificadas anteriormente.
» A nivel mundial, mostramos que los países con mayor exposición histórica a la Iglesia occidental medieval o parentesco menos intensivo (por ejemplo, tasas más bajas de matrimonio de primos) son más individualistas e independientes, menos conformes y obedientes, y más inclinados hacia la confianza y la cooperación con extraños», reportaron los investigadores. «Centrándonos en Europa, donde comparamos regiones dentro de los países, mostramos que una mayor exposición a la Iglesia occidental se asocia con un parentesco menos intenso, un mayor individualismo, menos conformidad y más justicia y confianza hacia los extraños».
Si bien este estudio toca apenas un aspecto de la innegable identificación de las raíces cristianas de Europa como uno de los pilares de la cultura occidental que tuvo una marcada influencia sobre el resto del mundo, sí reconoce específicamente el papel de la Iglesia Católica Romana en la formación de la cultura. Los investigadores aseguran haber comprobado su tesis con datos sobre 24 resultados psicológicos con medidas históricas de exposición a la Iglesia y parentesco.
Con información de Science Magazine.
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