Beijing (Viernes, 15-11-2019, Gaudium Press) El intento de control de la religión por parte del Partido Comunista Chino se ha visto reforzado con la implementación de las más recientes normas sobre asuntos religiosos a inicios de 2018. Casi dos años después, las presiones no cesan sobre los creyentes objetores que se resisten a inscribirse en la oficialista Asociación Patriótica ni desean aceptar los principios de la llamada «sinización» de la fe para adaptarla a la cultura china y los ideales socialistas.
El intento de control de la Iglesia por parte del régimen chino continúa y se ha visto reforzado en los últimos dos años. |
La revista especializada en libertad religiosa en China Bitter Winter denunció nuevos hechos que demuestran un avance en las presiones a los católicos, cuyos efectos afectan también a laicos. Como ejemplo de estas acciones, la revista reportó la prohibición de actos de tributo al sacerdote P. John Wang Zhongfa en la provincia china de Zhejiang. Cientos de fieles se dirigían a la tumba del presbítero en el segundo aniversario de su fallecimiento, pero fueron dispersados por las autoridades que los esperaban en las vías de acceso.
Según testigos locales, más de 100 uniformados participaron en el operativo que incluyó el cierre de todas las vías de acceso a la tumba del sacerdote, recordado por su oposición al control de la Iglesia por parte de las autoridades. El presbítero padeció seguimientos y vigilancia constante por parte del estado incluso en el hospital donde le atendieron a causa de sus enfermedades. Los creyentes recibieron la amenaza de la destrucción de la tumba si persistían en la intención de conmemorar el aniversario del fallecimiento del P. Zhongfa .
«La persecución del gobierno es aún más frenética que en los últimos años», indicó un sacerdote anónimo a Bitter Winter. «La tiranía del Partido Comunista Chino es impopular, pero no se sentirá a gusto hasta que ponga a todas las personas bajo su control».
La presión afecta a los más vulnerables
De forma similar, un orfanato creado para la atención de niños discapacitados en la ciudad de Handan fue objeto de la supresión oficial. El día 21 de octubre más de 30 funcionarios y miembros de las fuerzas de seguridad ingresaron en la edificación con una orden de cierre y saquearon la institución, dejándola desprovista de equipos y muebles. Además, cortaron los servicio de electricidad y gas e impidieron el acceso al interior.
Según la denuncia conocida por la revista, el motivo del cierre es la resistencia del sacerdote a cargo de esta institución de servicio a incorporarse a la Asociación Patriótica. El presbítero tuvo que huir para evadir el arresto. La institución estaba debidamente registrada ante la Administración de Industria y Comercio del condado y contaba con el reconocimiento de la Federación de Personas Discapacitadas local, que lo consideraban como un «Servicio Provincial de Asistencia Voluntaria para Personas con Discapacidades», así como varios reportes en medios de comunicación que elogiaban su trabajo.
El uso de la fuerza aún en contra de personas vulnerables encuentra un nuevo ejemplo en ua tercera denuncia incorporada en el reporte. Un anciano sacerdote de la Diócesis de Mindong, quien cuenta con más de 80 años de edad y padece cáncer, ha recibido fuertes presiones para unirse a la Asociación Patriótica que han incluído la amenaza de demolición de su casa y el despido del trabajo de los miembros de su familia. A pesar de las reiteradas amenazas, el sacerdote respondió que ceder ante el control estatal iba en contra de su conciencia y que estaría dispuesto a ir a prisión si fuera necesario para evitar firmar un documento en el que sería registrado oficialmente.
«El partido comunista es el diablo. Si (el sacerdote) firma para unirse a la CPCA, el gobierno le exigirá que ice la bandera nacional y cante el himno nacional antes de cada misa, y le ordenará que cuelgue un retrato de Mao Zedong en la iglesia», reportó a Bitter Winter un feligrés de avanzada edad. «Cada artículo del nuevo Reglamento sobre Asuntos Religiosos restringe nuestras creencias. Es obvio que al hacerlo, el Partido Comunista pretende eliminar todas las religiones y obligar a las personas a creer solo en el comunismo».
Con información de Bitter Winter.
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