Mumbai (Lunes, 25-11-2019, Gaudium Press) El P. Tom Uzhunnalil, religioso salesiano que permaneció secuestrado durante 18 meses en Yemen a manos de un grupo terrorista yihadista, presentó el pasado 23 de noviembre su libro autobiográfico «By the Grace of God» (Por la Gracia de Dios). En el texto, el sacerdote comparte su testimonio de fe en medio de la prueba de la pérdida de su libertad.
P. Tom Uzhunnalil, firmando un ejemplar de su autobiografía. Foto: AsiaNews. |
La presentación del libro se realizó en el templo de San Andrés en Bandra, Mumbai, en un evento organizado por el grupo juvenil Andrean Youth Movement. En la Eucaristía, el presbítero oró por su Arzobispo, el Cardenal Oswald Gracias, y conmemoró la solemnidad de Cristo Rey. Al final de la celebración, compartió con los presentes la experiencia de su rapto y la permanencia en poder de los terroristas, así como su impresión sobre el asesinato de las cuatro religiosas y otras 12 personas en el atentado durante el cual perdió la libertad.
A pesar de sus sufrimientos en su cautiverio, el sacerdote tuvo como principal preocupación el bienestar de las Misioneras de la Caridad. «Se quedaron sin sacramento desde 2016», relató el presbítero, según informó la agencia AsiaNews. «Yo era el último cura en Yemen». El P. Uzhunnalil permaneció en cautiverio durante 557 días.
«El perdón es un arma eficaz en el rezar por aquellos que nos hacen el mal. Si no perdonan, los torturará», relató el presbítero. «También yo durante mi encarcelamiento recé por mis raptores, recé para que Dios pudiese bendecirlos cambiando su corazón. Repetía a menudo: ‘Dios perdónalos’. No juzguen. Cuando vean las noticias, recen. No crean en cualquier cosa, recen por la paz en sus corazones».
Entre las experiencias compartidas por el religioso en su presentación se encuentra una respuesta recibida a sus oraciones en las que preguntaba a Dios sobre el destino final de las religiosas que dieron su vida en el atentado. «El heroico y trágico martirio de las religiosas me turbaba. Un día algo me llevó a rezar para que Dios nos diese la lluvia como signo del Paraíso como signo de que las hermanas estuvieran gozando de su visión bendita», narró el P. Uzhunnalil. «Creanlo o no, pero aquella noche hubo realmente un violento aguacero».
«Estoy convencido que mi liberación fue el fruto de las oraciones de millones de personas en todo el mundo, en particular las oraciones y los sacrificios de mis connacionales», concluyó el sacerdote. «Les agradezco desde lo más profundo de mi corazón. Pueda el Señor bendecirlos en abundancia y los recompense con lo mejor como Él sabe».
Con información de AsiaNews.
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