Ciudad del Vaticano (Miércoles, 04-12-2019, Gaudium Press) En su homilía proferida en la Misa celebrada ayer, 3 de diciembre, en la Capilla de la Casa Santa Marta, el Papa Francisco inició afirmando: «La liturgia de hoy habla de las cosas pequeñas, podemos decir que hoy es el día del pequeñito».
…surgirá el capullo de una flor!
Con efecto, la primera lectura es extraída del libro del profeta Isaías, donde se anuncia: «Nacerá un tallo del tronco de Jesé y, a partir de la raíz, surgirá el capullo de una flor; sobre el reposará el espíritu del Señor …».
Francisco comentó que «La Palabra de Dios hace elogio del pequeño» y hace una promesa, la promesa de un brote que surgirá. ¿Y qué es menor que un brote?
Pequeño, pero «sobre el reposará el espíritu del Señor».
Comenta el Papa:
«La redención, la revelación, la presencia de Dios en el mundo comienza así y siempre es así. La revelación de Dios se hace en la pequeñez.
Pequeñez, sea humildad, sea… tantas cosas, pero en la pequeñez.
Los grandes se presentan poderosos, pensemos en la tentación de Jesús en el desierto, como Satanás se presenta poderoso, dueño de todo el mundo: «Yo doy todo si vos…».
Al revés, las cosas de Dios comienzan brotando, de una semilla, pequeñas. Y Jesús habla de esta pequeñez en el Evangelio».
El Reino de Dios germina en el pequeño
El Pontífice continúa con sus palabras afirmando que Jesús se alegra y agradece al Padre porque se reveló no a los poderosos, sino a los pequeñitos, y recordó:
En Navidad «iremos todos al pesebre donde está la pequeñez de Dios».
«El Reino de Dios brota en lo pequeño, siempre en lo pequeño, la pequeña semilla, la semilla de vida. Pero la semilla solita no puede nada. Y hay otra realidad que ayuda y que da la fuerza:
‘Nacerá un tallo del tronco de Jesé y, a partir de la raíz, surgirá el capullo de una flor; sobre él reposará el espíritu del Señor’.»
En el corazón pequeño acontece la revelación del Señor
«El Espírito escoge lo pequeño, siempre, porque no pode entrar en el grande, en el soberbio, en el autosuficiente», reiteró Francisco afirmando que es en el corazón pequeño que acontece la revelación del Señor.
Duda sobre la pequeñez
El Papa aclaró entonces una duda que podría surgir, esto es, que el camino de la pequeñez conduce a la pusilanimidad que es cerrarse en sí mismo, al miedo.
Por el contrario, dijo el, «la pequeñez es grande» y acrecienta la capacidad de arriesgar «porque no tiene nada que perder».
Para el Papa, es precisamente la pequeñez que lleva a la magnanimidad, porque nos torna capaces de ir mas allá de nosotros mismos, sabiendo que la grandeza es dada por Dios.
Fue, entonces que Francisco citó una frase de Santo Tomás de Aquino, sacada de la Suma teológica, que explica cómo se debe comportar un cristiano que se siente pequeño, delante de los desafíos del mundo, para no vivir como un cobarde:
«Santo Tomás dice así, el resumen es el siguiente:
«No tener miedo de las cosas grandes, no tener miedo, seguir adelante; pero llevar en consideración las pequeñas cosas, juntas, esto es divino».
Un cristiano parte siempre de la pequeñez. Si yo en mi oración me siento pequeño, con mis limitaciones, mis pecados, como aquel publicano que rezó en el fondo de la iglesia, avergonzado:
«Tenga piedad de mí que soy pecador», irás hacia adelante.
Pero si crees ser un buen cristiano, rezarás como aquel fariseo que no salió justificado:
«Te Doy gracias, Dios, porque soy grande».
Agradezcamos a Dios porque somos pequeños.»
(JSG)
Deje su Comentario