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Greccio (Martes, 10-12-2019, Gaudium Press) «El hermoso signo del pesebre, tan estimado por el pueblo cristiano, causa siempre asombro y admiración. La representación del acontecimiento del nacimiento de Jesús equivale a anunciar el misterio de la encarnación del Hijo de Dios con sencillez y alegría. El belén, en efecto, es como un Evangelio vivo», así inicia el Papa Francisco la Carta Apostólica ‘Admirabile signum», que presentó el 1 de diciembre sobre el significado y valor del Belén,
Es justamente un evangelio vivo lo que desde hace cerca de cinco décadas se viene presentando en Greccio, Italia, con el Pesebre Viviente en el lugar donde hace más de 7 siglos San Francisco de Asís comenzó la hermosa tradición del Belén.
Se trata de una representación teatral que habla del gran acontecimiento del Nacimiento del Salvador desde la perspectiva de San Francisco de Asís.
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| El pesebre está dividido en seis escenas que hablan del nacimiento del primer Belén, cuando fue ideado por San Francisco de Asís / Foto: Pro Loco Greccio. |
La puesta en escena, que se realiza desde el año 1972, corre por cuenta de ‘Pro Loco’ de Greccio, que se encarga de traer al presente la ciudad del Greccio en los tiempos que el santo franciscano representó la Natividad de Jesús, esto gracias a la escenografía, los trajes y artefactos utilizados por los actores, y los diálogos que se preparan para la ocasión.
El pesebre, que podrá ser visto por el público desde el 24 de diciembre hasta el 6 de enero del 2020, está dividido en seis escenas que hablan del nacimiento del primer Belén, cuando fue ideado por San Francisco de Asís con la ayuda de Giovanni Velita, un noble de Greccio, y de cómo esta bella tradición permanece con el paso de los siglos, gracias también a los Franciscanos.
Una ciudad ligada con San Francisco de Asís y el Pesebre
Y es que Greccio, su historia, está muy ligada con el acontecimiento que ocurrió en 1223, cuando San Francisco de Asís, para explicar el significado de la Navidad, quiso recrear al pequeño Belén, hoy considerado uno de los más bellos de Italia. Lo hizo escogiendo un bosque en las cercanías de la entonces aldea de Greccio, en la región italiana de Umbría.
El Santo, con ayuda de Giovanni Velita, un noble que vivía en aquel lugar, decidió componer la escena del nacimiento de Jesús. San Francisco así comenzó a representar el Belén: ubicó en el centro una cuna hecha con paja y en el fondo unos animales, luego, con gran devoción, tomó en sus brazos una imagen del Niño Jesús, que luego llevó a la cuna que había allí dispuesto.
Dice una tradición que ante los ojos maravillados de los campesinos, religiosos y religiosas que se encontraban en el lugar la imagen del Divino Infante cobró vida y le sonrió a San Francisco de Asís, quien abrazó la imagen tiernamente, mientras los presentes le adoraron con devoción colocándose de rodillas.
Desde entonces la escena del Pesebre se comenzó a reproducir en tiempo de Navidad. De Italia, pronto llegó a Europa y de allí a América.
Tras la muerte de San Francisco de Asís, ocurrida en octubre 1226, se edificó en Greccio el Santuario del Pesebre, que hoy está conformado por un complejo que tiene en su centro la Capilla donde el santo realizó el Belén.
En este hermoso lugar aún se conserva la gruta del pesebre y la roca donde el patrono de Italia hizo la cuna con paja para ubicar la imagen del Niño Jesús.
Con información de Pro Loco di Greccio.
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