Bogotá (Martes, 10-11-2009, Gaudium Press) Tras las amenazas de guerra a Colombia por parte del presidente venezolano, Hugo Chávez, el pasado domingo en su programa «Aló Presidente», monseñor Baltazar Porras, vicepresidente de la Conferencia Episcopal Venezolana -en entrevista concedida a la emisora radial Caracol-, hace un llamado a la sensatez entre los gobiernos de Colombia y Venezuela para encontrar los mejores caminos de entendimiento y superar cualquier diferencia.
«Nosotros, como Iglesia, estamos haciendo un llamado a la paz y a la búsqueda de la solución de los problemas, no solamente de los problemas bilaterales, sino también de los problemas internos», aseguró Mons. Porras al medio de comunicación colombiano. El prelado agregó: «es un llamado permanente a la vida, al respeto de los otros, a esa convivencia y esa relación que ha sido tan fuerte -haciendo referencia a los dos países- (…) Con esas situaciones lo que se hace es sumir en una mayor pobreza a muchas familias que viven a ambos lados de la frontera».
Asimismo, dijo que la frontera entre Colombia y Venezuela es viva y dinámica, por lo que la guerra «no está dentro del imaginario y en el deseo de los venezolanos». Monseñor Porras aseguró que las declaraciones del presidente venezolano «lo que hacen es poner los pelos de punta, porque ante cualquier diferencia que exista, la primera salida no puede ser llamar a la guerra».
Igualmente, manifestó que por encima de todo debe estar la convivencia y la hermandad entre los dos países. «Eso es lo más bello, y no lo vamos a dilucidar con unos rifles y unos cañones, matándonos los unos a los otros», agregó Mons. Porras.
El prelado concluyó la entrevista señalando que hay que buscar caminos para la paz, aunque ésta parezca imposible, pues «la paz se construye en la búsqueda de consensos, se construye es en darnos la mano (…) Si Dios nos ha dado la razón es para que pongamos la racionalidad no al servicio de la ideología, sino al servicio de la sociedad».
La amenaza viene desde antes
Por su parte, monseñor Carlos Germán Mesa Ruiz, obispo de Arauca -departamento colombiano fronterizo con Venezuela-, señaló al mismo medio que las amenazas no son tema reciente y que en la frontera, desde hace más de un año, se está llamando a la guerra. «Aquí hay una valla que anuncia la guerra hace rato y ahí está y todo es normal». De acuerdo con el obispo, estos avisos tienen un mensaje amenazante para los colombianos que dice: «no osen pisar tierra venezolana». Por fortuna, los colombianos que están en la frontera son prudentes y hacen caso omiso ante estos avisos, aseguró el obispo de Arauca.
El detonante de una crisis
El último episodio de la crisis fronteriza entre Venezuela y Colombia se desató el pasado domingo cuando el presidente venezolano Hugo Chávez cuestionó el acuerdo de cooperación militar que Colombia realizó con los Estados Unidos para que éste utilice bases militares para operaciones contra el narcotráfico. «No se vaya a equivocar Sr. Presidente Obama y vaya a ordenar una agresión abierta contra Venezuela utilizando a Colombia, porque nosotros estamos dispuestos a todo», dijo Chávez en su programa «Aló Presidente».
Por su parte, ese mismo domingo, el gobierno de Colombia señaló en un comunicado que «Colombia no ha hecho ni hará ni un solo gesto de guerra a la Comunidad Internacional, menos a países vecinos». Y que ante las amenazas de guerra «propone acudir a la Organización de Estados Americanos y al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas».
Ayer el gobierno venezolano propuso debatir el acuerdo que Colombia hizo con los Estados Unidos en el Consejo Suramericano de Defensa o ante cualquier organismo internacional.
Solo se espera la solución de la crisis. Por un lado el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha propuesto un encuentro entre los dos mandatarios para el próximo 26 de noviembre en Manaos, fecha en la que se llevará a cabo una cumbre entre los países de la zona amazónica, antes de la conferencia sobre el clima que se realizará en Copenhague. De otro lado, se está planeando un encuentro entre los presidentes de las Conferencias Episcopales de Venezuela, Colombia y Ecuador para analizar la crisis entre los países hermanos.
Por Sonia Trujillo
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