Kiev (Martes, 14-1-2020, Gaudium Press) El Arzobispo Mayor de la Iglesia Greco Católica Ucraniana, Mons. Sviatoslav Shevchuk, dedicó parte de su homilía de la Solemnidad de la Sagrada Familia (celebrada en el calendario de esta Iglesia oriental el pasado 09 de enero) a condenar la práctica de la maternidad subrogada, particularmente extendida en Ucrania. Según expuso el prelado, la maternidad subrogada es «un desastre que nuestra sociedad aún no ha notado».
Mons. Sviatoslav Shevchuk, Arzobispo Mayor de la Iglesia Greco Católica Ucraniana. Foto: UGCC. |
«Fue Dios quien creó el matrimonio humano. El matrimonio, la familia, como una unidad fructífera e indisoluble del hombre y la mujer, surgió mucho antes que las naciones, los estados u otras comunidades humanas. Por eso llamamos a la familia la célula básica de la sociedad humana», recordó el Arzobispo Mayor en su predicación. «Hoy, leemos y escuchamos la palabra del Evangelio, que dice que la Sagrada Familia protegió la vida del Divino Niño inmediatamente después de su nacimiento».
Mons. Shevchuk indicó que en la actualidad lamentablemente son muchas las fuerzas que amenazan la vida humana, entre las cuales destacó la maternidad subrogada, descrita como una forma sutil de atacar la maternidad, en la cual «una mujer se ve obligada a comenzar una nueva vida en su útero por dinero». El prelado lamentó que esta mujer esté «obligada a firmar legalmente un compromiso que, de hecho, significa esclavitud para esta mujer». Además, destacó que la práctica está prohibida en numerosos países pero no en Ucrania, por lo cual «todos los que quieren comprar un bebé en los países europeos van a Ucrania hoy».
«Es difícil imaginar el drama de esa mujer, regalar al niño que ella dio a luz», agregó el Arzobispo Mayor. «No es posible imaginar el drama de un niño que es quitado de su madre y vendido a otra familia de acuerdo con ese contrato inhumano». Mons. Shevchuck afirmó que «el dolor de la madre ucraniana» es una tragedia de la cual la sociedad aún no es conciente. «Que el Salvador recién nacido nos ayude a descubrir la santidad y la dignidad de la maternidad, la santidad y la dignidad de la familia, ayúdenos en nuestro país a hacer todo para que ninguna mano de ningún Herodes se atreva a quitarle la vida al niño que ¡Dios nos da a todos hoy!», concluyó el Arzobispo Mayor.
Con información de Iglesia Greco Católica Ucraniana.
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