Mindong (Jueves, 16-1-2020, Gaudium Press) La figura de Mons. Vincent Guo Xijin, Obispo auxiliar de Mindong, ha sido presentada como emblemática de la realidad actual de la Iglesia en China. Además de las notables presiones en su contra para intentar persuadirlo de registrarse en el órgano de control oficial de la vida de la Iglesia, la Asociación Patriótica, las autoridades ejecutaron una orden de desalojo de la residencia del Obispo que lo dejó literalmente en la calle.
Mons. Vincent Guo Xijin, Obispo auxiliar de Mindong, China. Foto: AsiaNews. |
El prelado estuvo a punto de ser reconocido oficialmente como Obispo, ya que llegó a un acuerdo para asumir la condición de Obispo auxiliar en favor del Obispo Mons. Vincenzo Zhan Silu, quien fue readmitido en la comunión de la Iglesia pero pertenece a la llamada «Iglesia Oficial». El Obispo aceptó ceder en su reconocimiento pero no a registrarse en la Asociación Patriótica en diciembre de 2018. Al constatar que los sacerdotes subterráneos serían siendo presionados a unirse a la Asociación Patriótica, decidió retractarse del acuerdo en junio de 2019 y regresar a la clandestinidad, con lo cual se redoblaron las presiones de las autoridades.
El pasado 15 de enero, el Mons. Guo Xijin recibió una orden de desalojo, fundamentada en motivos de seguridad por un supuesto incumplimiento de las normativas de prevención de incendios, por lo que el edificio fue cerrado y se cortaron los servicios de agua y electricidad. Tanto el Obispo como los sacerdotes que trabajan y viven junto a él en la residencia quedaron sin vivienda.
Pero el Obispo no es el único objetivo de la maniobra. Al menos cinco parroquias locales fueron cerradas con la misma excusa, incluyendo una que sirve a más de 10 mil fieles y otra a la que pertenecen cerca de tres mil. Una residencia de ancianos de las Hermanitas de la Misericordia y al Caridad en Saiqi fue asimismo clausurada, dejando sin vivienda a sus más de treinta beneficiarios, quienes han tenido que buscar hogar y no cuentan con ingresos para sustentarse.
Una demostración de la arbitrariedad de las medidas fue el cierre de la parroquia de Suanfeng, al cual se sumó el destierro del sacerdote que servía en ella y que se negó a unirse a la Asociación Patriótica. A pesar de que el templo fue cerrado por supuestos incumplimientos de los «estándares de seguridad contra incendios», las puertas del mismo fueron reabiertas sin ninguna modificación de la estructura tan pronto el sacerdote fue reemplazado por otro, perteneciente a la comunidad oficial.
Con información de AsiaNews.
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