Taipei (Miércoles, 22-01-2020, Gaudium Press) La Presidente de la República de China (Taiwán), Tsai Ing-wen, envió una carta al Papa Francisco en respuesta al mensaje del Papa por la jornada Mundial de la Paz en su edición número 53. En su comunicación, la mandataria detalló las acciones de China que considera abusos de poder y denunció la persecución a la religión en ese país y las intenciones de anexar Taiwán a su territorio.
Tsai Ing-wen, Presidente de Taiwán. Foto: Gobierno de Taiwán. |
«Con profunda admiración leí su mensaje para el Día Mundial de la Paz», comentó la Presidente. «Me identifico fuertemente con la visión magnánima de Su Santidad y llamo a toda la humanidad a renunciar al deseo de dominar a los demás, mostrar respeto mutuo y aprender a verse como hijos e hijas de Dios y como hermanos y hermanas, para romper la espiral de venganza».
Ing-wen afirmó que el deseo de dominación subyace en muchos de los conflictos internacionales y expuso las dificultades que Taiwán enfrenta en el mantenimiento de la paz en el estrecho de Taiwán. «El quid de la cuestión es que China se niega a renunciar a su deseo de dominar a Taiwán», alertó la Presidente. «Continúa socavando la democracia, la libertad y los derechos humanos de Taiwán con amenazas de fuerza militar y la implementación de campañas de desinformación, ataques cibernéticos y maniobras diplomáticas».
La mandataria expresó su acuerdo con varias de las ideas expuestas en el mensaje papal, como la necesidad de dejar de lado la violencia en las acciones, los pensamientos y las palabras. «Autoridades que envían a la policía armada para disparar gases lacrimógenos y reprimir y arrestar a las personas que expresan el deseo de perseguir la democracia y los derechos humanos; celebridades de Internet o atletas amenazados con rescisión de contratos o prohibiciones de competencias cuando se pronuncian en defensa de la libertad de expresión; practicantes religiosos que enfrentan detención y persecución por parte de agentes de seguridad pública cuando, siguiendo su conciencia, rehúsan ser obligados a firmar documentos para unirse a una organización que viola sus doctrinas religiosas; todo esto constituye a lo que se refiere en su mensaje como abusos de poder y refleja la noción de diversidad como un obstáculo. De hecho, solo sirven para alimentar el conflicto», alertó la Presidente.
La mandataria expuso los esfuerzos de Taiwán en el cuidado del medio ambiente, terreno en el que señaló varias similitudes con el estado de Ciudad del Vaticano en el uso de energías renovables. De igual manera se identificó con el llamado del Papa a mantener viva la esperanza, recordando que el tema de la esperanza fue destacado por el gobierno de Taiwán con motivo del Año Nuevo 2019. «Creo firmemente que mientras la gente en Taiwán y en todo el mundo abrace la esperanza y permanezca abierta a un diálogo que rechace la exclusión y la manipulación, se puede lograr la verdadera paz», concluyó la Presidente. «Acepte, Su Santidad, las garantías de mi más alta consideración, así como mis mejores deseos para su bienestar personal y el continuo crecimiento de la Iglesia Católica».
Con información de Gobierno de Taiwán.
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