Varsovia (Lunes, 27-1-2020, Gaudium Press) La historiadora del Museo Estatal Auschwitz-Birkenau en Polonia, Teresa Wontor-Cichy, publicó el primer estudio sobre las prácticas religiosas de los prisioneros cristianos del campo de concentración nazi de Auschwitz-Birkenau. El documento aporta nuevos datos sobre la presencia de católicos en el campo, entre quienes se han destacado históricamente los Mártires San Maximiliano Kolbe y Santa Edith Stein.
Campo de concentración de Auschwitz / Birkenau. Foto: David Lally. |
«Aunque la mayoría de los deportados a Auschwitz de la Europa ocupada eran judíos, el campo se abrió originalmente para prisioneros polacos y también acogió a combatientes católicos de la resistencia de Francia, Alemania, Bélgica y otros países», explicó a CNS la investigadora. «Este aspecto de su historia ha sido estudiado solo al azar hasta ahora. Pero es importante que el mundo sepa más y lo tenga en cuenta».
Wontor-Cichy afirmó que miles de laicos católicos estuvieron presos en el campo de concentración donde se calcula que murieron 1.2 millones de personas. La tarea de rastrear a los cristianos es difícil por la destrucción casi total de los archivos del campo, «las afiliaciones religiosas se registraron cuando los prisioneros fueron registrados y murieron, y sabemos que los católicos constituyeron el mayor número, principalmente de Polonia, pero también de Francia, Alemania, los Países Bajos, Eslovaquia y la Unión Soviética».
Los fieles católicos tenían prohibido bajo pena de muerte acceder a los Sacramentos en el campo de concentración, pero algunos sacerdotes consiguieron servir en secreto en medio de los reclusos, brindando «una forma de apoyo espiritual y psicológico», según reportó el estudio. Algunos sacerdotes sobrevivientes han descrito su apostolado y existen reportes de conversiones al interior del presidio. Los clérigos y las religiosas eran objeto de un trato especialmente despectivo por parte de los guardias y se les asignaban tareas más duras por su condición de religiosos.
El testimonio de los católicos fue notable en su ingenio para ocultar objetos litúrgicos y devocionales, como la elaboración de rosarios con pan seco. Uno de los reportes incluídos es la celebración clandestina de una Eucaristía de Navidad opr parte del P. Wladyslaw Grohs en 1944, quien además administró el Sacramento de la Penitencia en su celda. «Las personas que visitan el campamento a menudo han solicitado que sus historias sean estudiadas de manera rigurosa para establecer la verdad completa de lo que sucedió aquí», expresó Wontor-Cichy.
Con información de Crux.
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