Redacción (Miércoles, 29-01-2020, Gaudium Press) San Francisco de Asís es uno de los santos más recordados dentro de la historia de la Iglesia; y por lo mismo uno de los más representados en el arte sacro con innumerables retratos que hablan del testimonio de santidad que dejó sobre la tierra.
Pero, ¿cuál de todas estas representaciones del patrono de Italia es la más cercana a como fue en realidad?
El Padre Rafiq Khoury, del Patriarcado Latino de Jerusalén, apoya la hipótesis que entre las diversas imágenes que existen sobre el santo, la que procede del Monasterio de San Benito de Subiaco, Provincia de Roma, es la más cercana a la realidad, además de ser considerado el retrato más antiguo existente sobre el santo que se le hizo en vida al «pobre de Asís»: La pintura lo representa de pie, con hábito y el cordón ceñido a la cintura, también aparece sin aureola y sin los estigmas que padeció. La obra, realizada al óleo, se titula «Hermano Francisco» y se encuentra en la Capilla de San Gregorio.
Retrato más antiguo de S. Francisco/Foto: Archivo. |
Así lo expone el sacerdote en la introducción del libro «El santo y el lobo», que recientemente publicó y hablá sobre la vida de San Francisco de Asís.
El Padre Rafiq, en entrevista con el Christian Media Center – medio de comunicación de la Custodia franciscana de Tierra Santa -, comentó sobre esta hipótesis de la pintura del santo:
«Esta foto proviene del monasterio de los padre benedictinos, de Subiaco, junto a Roma. San Francisco, que viajaba mucho, un día visitó este monasterio. Un artista desconocido creó esta pintura, que todavía está presente en la iglesia a día de hoy, y que puede ser considerado uno de los mejores retratos de la verdadera imagen de San Francisco».
Para el sacerdote, el retrato habla mucho de las facciones de San Francisco de Asís, y lo que ellas reflejaban:
«Los ojos abiertos de San Francisco, son ojos claros, inocentes, transparentes, con una serenidad incomparable, como si te mirara directamente. Te está mirando profundamente como si quisiera descubrir lo mejor de ti».
Toda la obra habla también de la personalidad del Hermano Francisco, quien ya en vida manifestaba santidad:
«Si consideramos el cuadro general, encontramos armonía, transparencia y luminosidad en la personalidad de San Francisco. Vemos un retrato armonioso (…) Hay armonía entre su alma, la mente, el corazón y el cuerpo, y esto convierte esta imagen en una maravillosa ilustración de la personalidad de San Francisco».
Con información de Christian Media Center.
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