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Seattle (Miércoles, 29-1-2020, Gaudium Press) Un grupo de más de veinte músicos, entre los cuales se incluyen frailes dominicos de tres provincias diferentes, se reunieron en Seattle, Estados Unidos, para llevar a cabo un proyecto para revitalizar la música litúrgica en el mundo anglosajón: grabar en inglés y hacer disponibles los documentos necesarios para que las composiciones del Centro Litúrgico Dominico de Cracovia sean ejecutadas en otros países. Las grabaciones y partituras se publicarán de forma libre y gratuita para su uso en las parroquias.
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| Grabaciones de la música del Centro Litúrgico Dominico de Cracovia en Seattle. Foto: Centro Litúrgico Dominico de Cracovia. |
«Simple, hermosa, digna y cantable. Así es la música de los dominicanos polacos», declaró a Liturgia.pl el director de coro Christopher Mueller, encargado de la dirección artística del proyecto. «Un grupo de cantantes no profesionales de todo el país se reunieron durante un fin de semana extendido y grabaron música de dos álbumes que la mayoría de ellos nunca antes habían visto, pero la belleza de la música, junto con la profundidad espiritual de los textos, proporcionó a los cantantes una inspiración continua durante toda la experiencia. ¡Nuestra ferviente esperanza es que inspire a otros también!».
El primero de los dos álbumes anunciados será publicado a mediados de febrero de 2020 en las plataformas Spotify e iTunes, además de otros catálogos. Las partituras estarán disponibles en una página web asociada al proyecto y podrán descargarse gratuitamente. Este lanzamiento podría llevar a países como Estados Unidos los frutos de un esfuerzo notable: crear nueva música litúrgica que no fuera novedosa o emocionante sino que aprovechara las tradiciones musicales y el contenido trascendente. El Centro Litúrgico Dominico de Cracovia ha compuesto con este propósito más de mil piezas desde la década de 1990.
«Es simple y sorprendente. Las armonías no distraen del texto, sino que me llevan a un encuentro personal y de oración con la Palabra de Dios», expresó una de las participantes en el proyecto, Julie Bellefeuille, estudiante de Teología de la Universidad de Notre Dame. «El estilo es reverente y dinámico. No tiene miedo de reclamar nuestra tradición católica, sino que también crea libremente algo nuevo que corresponde a un mundo que anhela su Redentor».
Mueller describió las particularidades de la música seleccionada para este proyecto. «La mayor parte de esta música es antifonal, donde se repite un breve estribillo varias veces, intercalado con versículos bíblicos o meditativos. Esto refleja la estructura misma de la misa propia: las antífonas en la entrada, el ofertorio y la comunión», refirió el Director Artístico. «La falta de familiaridad de esta hermosa música coral nos da la oportunidad de experimentar a Dios de nuevo en cada liturgia».
«Debemos abrirnos a la inmensidad de Dios, y la belleza nos ofrece un poderoso medio para hacerlo: la verdadera belleza nos saca de nosotros mismos, nos orienta hacia algo más grande y suscita el anhelo de lo trascendente», expuso Mueller. «La música sacra es la expresión del anhelo humano más profundo por el misterio más profundo del amor».
Con información de Liturgia.pl.
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