París (Lunes, 03-02-2020, Gaudium Press) KTO, canal de televisión católica francesa, ha emitido un programa con alto impacto en los medios católicos galos.
Se trata de una investigación sobre personas convertidas del Islam, tema que siempre llama la atención, entre otras razones por la ley vigente en varios países musulmanes, que decreta la pena de muerte para los que abandonan esa fe.
Conversos, como Jamel, Djamila y Hemza.
Hace 36 años, Jamel buscaba una lectura antes de dormir y a la mano se encontraba una recopilación de salmos que le habían entregado en la calle. Mientras los leía, un gran calor invadió su cuerpo. Él no renegó de su familia, pero sí su familia renegó de él.
«Traicionó su nación», le dicen.
Jamila estuvo leyendo la Biblia, en secreto, durante 18 meses, después de que en su espíritu se hicieron claras inconsistencias del Islam. Pero su conversión fue decidida por un tema más personal.
Se había manifestado Jamila como estéril. Pero un día recordó la frase del Señor que anunciaba: «Todo lo que pidáis en mi nombre, mi Padre os lo concederá», y pidió tener un niño. El fin de semana quedó encinta, y ya colocó su plena confianza en Jesucristo, quien también se le aparecerá en sueños para compartir con ella su alegría.
Hemza, ingeniero, viviendo aún en Argelia, escuchó un día que Cristo le decía: «Yo soy el camino, la verdad y la vida». Ahí inicia un camino de conversión que lo lleva a Ruán, donde es bautizado en un ambiente más tranquilo. Su familia lo siguió y destaca que desde su conversión «él no habla más que de amor».
Camino de alegrías y penas
Sus caminos en el cristianismo no han estado exentos de penas o de amenazas.
Un antiguo terrorista le dijo a Jamila que si ella estuviera en tierras del islam la mataría. Jamel dice que el día de su conversión un cuñado lo esperó para matarlo. Pero ellos siguen firmes, serenos, dulces, en la fe de Cristo.
Con información de Famille Chrétienne
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