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Durban (Lunes, 03-02-2020, Gaudium Press) El Arzobispo de Durban, Sudáfrica, Cardenal William Napier, presidió las celebraciones por los 30 años del martirio del Beato Benedicto Daswa, quien dio su vida en Limpopo por oponerse a las prácticas de brujerías locales. El purpurado destacó el valiente testimonio del seglar y afirmó que su sacrificio fue la semilla de donde brotó la comunidad de creyentes que actualmente practica la fe.
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| Cardenal William Napier, Arzobispo de Durban, Sudáfrica. Foto: SABC. |
«Cuando celebramos el 30 aniversario del martirio de Benedicto Daswa, queremos que Dios nos diga lo que espera de nosotros hoy, para que podamos ser como Benedicto Daswa», propuso el Cardenal, quien recordó que los creyentes, cuando viven de manera fiel y decidida, se convierten en signo de contradicción para los demás, al punto de ganar la animadversión o incluso la violencia. «¿Por qué? Por la simple razón de que no vivimos de la misma manera que ellos; que no tenemos los mismos valores que tienen; ¡que nuestros caminos son diferentes, incluso extraños para ellos!».
El Car. Napier recordó las palabras de Cristo: «A menos de que un grano de trigo caiga al suelo y muera, se queda solo. Pero si muere, entonces produce muchas más semillas como él mismo». Cristo ejemplificó Él mismo estas palabras al dar su vida por la salvación de los hombres y engendrar de esa forma a la Iglesia. «No hace mucho tiempo, había muy pocas personas en esta área que conocieran siquiera de Jesús. Y aún menos lo conocían bien. Mira a toda esta gente aquí hoy», declaró el purpurado, quien identificó al Beato Benedicto Daaswa como la semilla plantada por Dios para hacer germinar la fe.
El Mártir dio la vida por haber expresado su desacuerdo con el recurso a un brujo para identificar al supuesto culpable de un rayo que había dañado varias casas en la localidad. El Beato reaccionó de forma diferente a la de los pobladores «porque creía lo que su fe católica le había enseñado, ¡y estaba comprometido a actuar de acuerdo con esa fe!», predicó el Arzobispo. El creyente no sólo empleó su razón y su cultura para descartar la idea de buscar un culpable por un rayo, sino que trató de evitar que un brujo pudiera identificar a un inocente que probablemente sería víctima de violencia a causa de algo que no había hecho. Finalmente «como cristiano, y especialmente como católico, Benedicto sabía que estaba mal creer en la brujería e incluso peor practicarla».
«Por lo tanto, se negó a pagar los 5 rands que la reunión de la comunidad había decidido que todos los hombres contribuirían para pagar los honorarios del sangoma por ‘olfatear’ quién era responsable de enviar el rayo para destruir esas casas en la aldea», recordó el Cardenal. Tal como lo advirtió la Sagrada Escritura, los paganos conspiraron contra el creyente para eliminarlo. «Quizás incluso usaron palabras como las del Libro de la Sabiduría: ‘su forma de vida es diferente a la nuestra, sus formas son extrañas, él no es como nosotros, por lo que seguramente nos traerá desgracia'».
Con información de Conferencia Episcopal de Obispos Católicos de África del Sur.
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