Menú 
Varsovia (Martes, 04-02-2020, Gaudium Press) Más de 11 mil religiosos y religiosas polacos sirven en Polonia y el extranjero, según los datos compartidos por la Conferencia Episcopal Polaca con motivo del XXIV Día de la Vida Consagrada, conmemorado en la fiesta de la Presentación del Señor el pasado domingo 02 de febrero. El Presidente de la Conferencia de Obispos Polacos, Arzobispo Stanislaw Gadecki, motivó a los fieles a dar gracias a Dios por todas las personas que «se sacrificaron y se consagraron a Dios para que Él pudiera trabajar en ellos como quisiera, sin ninguna reserva de su parte».
 |
| Stanislaw Gadecki, Conferencia de Obispos de Polonia. Foto: KEP |
«Es por Él, queridos hermanas y hermanos, que han abandonado cosas valiosas, como bienes materiales, como la creación de su propia familia», recordó el Arzobispo. La vida consagrada renueva y desarrolla la consagración bautismal en un compromiso en la forma de vida practicada por Cristo mismo, así como por la Santísima Virgen y los Apóstoles. «La misión de las personas consagradas no depende de su número o de la cantidad de espacio que ocupan, sino de la capacidad de evocar el cambio, la sorpresa y la compasión, la forma en que viven como discípulos de Jesús entre aquellos con quienes comparten sus vidas todos los días, alegrías, penas, sufrimientos y esperanzas».
Los religiosos en Polonia ejercen variados ministerios como el trabajo educativo y la enseñanza, diversas formas de cuidado juvenil, catequización y otras formas de evangelización, ayuda espiritual y material. Administran 141 casas de retiro, 40 centros de espiritualidad, imparten catequesis a más de 260 mil niños y jóvenes y dirigen 143 escuelas en las que aprenden más de 12.600 estudiantes. Las órdenes religiosas masculinas custodian 174 Santuarios y en 91 templos las religiosas llevan a cabo la Adoración Perpetua al Santísimo Sacramento. 3049 religiosos polacos trabajaron en 2018 fuera de su país, siendo destinados 896 a territorios de misión y 542 a países que estuvieron bajo el régimen comunista.
«Si no hubiera vida consagrada, ¡cuánto más pobre sería el mundo!», exclamó Mons. Gadecki, quien destacó el carácter de signo de contradicción del testimonio de los religiosos en un mundo cada vez más atento de asuntos transitorios o inválidos. «Su pobreza es una libertad más perfecta, la pureza es el camino hacia el amor sin posesión, y la obediencia es una victoria, al estilo de Jesús, sobre nuestra anarquía».
Con información de Conferencia Episcopal Polaca.
Deje su Comentario