Toronto (Martes, 4-2-2020, Gaudium Press) Con el título «Enfin Libre» (Al Fin Libre) la madre católica condenada a pena de muerte por supuesta blasfemia en Pakistán y quien tuvo que padecer nueve años de prisión hasta el reconocimiento de su inocencia, Asia Bibi, relató las experiencias de sufrimiento, entre las cuales destacan detalles desconocidos como el collar de hierro que llevó en prisión a manera de grillete y el cual contaba con un tornillo enorme que podía ser apretado para atormentar a la creyente.
«Ustedes ya conocen mi historia a través de los medios. Pero están lejos de entender mi vida diaria en prisión o mi nueva vida. Me hecha prisionera del fanatismo. Las lágrimas fueron las únicas compañeras en la celda», describió la creyente perseguida en el texto elaborado por la periodista francesa Isabelle-Anne Tollet. «En lo profundo de mí, un miedo sordo me lleva a las profundidades de la oscuridad. Un miedo lacerante que nunca me dejará», describió la mujer. «Me sorprende el grito de una mujer. ‘¡A muerte!’ Las otras mujeres se unen. ‘¡Ahorcada!’ ‘¡Colgada!'».
A pesar de que disfruta una nueva vida en Canadá, libre de las amenazas de los sectores radicales que la mantuvieron en prisión y llegaron a asesinar a defensores suyos como el Ministro de Minorías y líder católico Shahbaz Bhatti y el Gobernador de Punjab, Salman Taseer, la madre lamenta haber tenido que dejar su patria para salvar su vida. «Se me rompió el corazón cuando tuve que irme sin despedirme de mi padre u otros miembros de la familia. Pakistán es mi país. Amo a mi país, pero estoy en el exilio para siempre», indicó Bibi.
Otro de los aspectos destacados de los fragmentos del libro dados a conocer la editorial Rochwer es la preocupación de la sobreviviente por el destino de muchos otros creyentes que sufren persecución en su país. «Poco después de que yo me fuera, mi vieja celda acogía a otra cristiana», lamentó, refiriéndose a Shagufta Kausar, madre de cuatro hijos de 5 a 13 años, también condenada a muerte junto con su marido Masih en 2014 y quien, como Asia Bibi, se le acusó de blasfemia. La acusación contra esta creyente también carece de fundamento, ya que supuestamente junto a su esposo envió mensajes que insultaban el Islam a través de su teléfono en idioma inglés. Ambos creyentes son analfabetos. «Incluso con mi libertad, el clima no parece haber cambiado, y los cristianos pueden esperar todo tipo de represalias», denunció Bibi.
Con información de Crux, UCANews y Aleteia.
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