Kampala (Miércoles, 05-02-2020, Gaudium Press) El Arzobispo de Kampala, Uganda, Mons. Cyprian Lwanga, emitió un decreto el pasado 01 de febrero para garantizar «la apropiada celebración de la Eucaristía» en su jurisdicción. Entre las cinco directivas emitidas se destacan la prohibición de celebrar la Eucaristía fuera de los templos a menos de que exista una causa grave que lo amerite y la orden a los sacerdotes de solo administrar la Sagrada Comunión en la boca.
El prelado invocó el deber de vigilancia para «evitar los abusos en la vida litúrgica de la Iglesia» como motivación del decreto emitido tras una reunión con el clero y los comités ejecutivos de parroquias. «En adelante, está prohibido distribuir o recibir la Sagrada Comunión en las manos», determinó el Arzobispo. «La Madre Iglesia nos ordena que celebremos la Santísima Eucaristía con el más alto honor. Debido a muchos casos reportados de deshonra de la Eucaristía que se han asociado con la recepción de la Eucaristía en las manos, es apropiado volver al método más reverente de recibir la Eucaristía sobre la lengua».
Además, el decreto recordó que los ministros ordinarios de la Santa Comunión son el Obispo, el Presbítero y el Diácono. «A la luz de esta norma, está prohibido que un miembro de los fieles que no haya sido designado como ministro extraordinario de la Comunión por parte de la autoridad eclesiástica competente distribuya la Sagrada Comunión», agregó. Los ministros extraordinarios deben primero recibir la Eucaristía de manos del Ministro ordinario.
La tercera disposición es la necesidad de celebrar la Eucaristía únicamente en los lugares sagrados. La disponibilidad de templos suficientes en la Arquidiócesis hace que no sea aprobado celebrar fuera de los mismos a menos que exista una grave necesidad. El Arzobispo también decretó que debe reafirmarse la disciplina de no admitir en la Sagrada Comunión a quienes persisten en un pecado grave manifiesto, como es el caso de las parejas que viven en una «cohabitación marital ilícita». «Además, y para evitar escándalo, la Eucaristía no será celebrada en los hogares de personas en esa situación».
La última disposición recuerda a los sacerdotes y diáconos la necesidad de revestirse con los ornamentos sagrados para la celebración de la Eucaristía. «Está estrictamente prohibido admitir como concelebrante a cualquier sacerdote que no esté adecuadamente vestido con los ornamentos litúrgicos prescritos», declara el decreto. «Un sacerdote tal no debe concelebrar ni asistir en la distribución de la Sagrada Comunión. Tampoco debería sentarse en el presbiterio, sino tomar su asiento entre los fieles en la congregación».
Con información de Arquidiócesis de Kampala.
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